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14 planes (rayanos) para el 14 de febrero
Contemplar el firmamento, dormir en una vieja estación o saborear las mejores croquetas de la península: qué hacer este San Valentín
No es ninguna novedad: las experiencia hacen más felices que los objetos. De ahí, que un plan para dos sea el mejor regalo que pueda hacer para demostrarle a esa persona el 14 de febrero – y los 364 restantes – cuánto le quiere. Ahí van algunos románticos y otros menos cursi para celebrar este San Valentín en la Raya.
Propuesta de Casa Laura, en Valverde del Fresno. Foto: RAYANOS MAGAZINE.
1. La más suculenta cena para dos. El español siempre celebra sentado a la mesa; el portugués casi que también. De ahí que no haya mejor lugar para festejar el amor que Casa Laura, el restaurante de Valverde del Fresno que hace virguerías con la cocina más tradicional. Toda su carta está elaborada con productos de kilómetro 0 y de temporada, cultivados por las mismas manos que los cocinan y sirven a la mesa. ¿Alguien da más?
Sugerencia de El Convento, en Valencia de Alcántara. Foto: RAYANOS MAGAZINE.2. Díselo con croquetas. Las mejores croquetas de la Península Ibérica se saborean en Valencia de Alcántara. Las elaboran las manos de José y Quini en los fogones de El Convento, el restaurante enclavado en el antiguo templo religioso de San Pedro de los Majarretes. Si especial es la degustación, más (si cabe) lo es el lugar: justo donde hoy se sientan a comer los comensales, hace 500 años tomaba los hábitos San Pedro de Alcántara.
Calles de Monsanto. Foto: RAYANOS MAGAZINE.
3. Una merienda en Monsanto. Es el pueblo más portugués y la aldea con más encanto y fanatismo del país. Monsanto es una villa histórica asentada en la escarpada de Cabeço de Monsanto y entre piedras graníticas, convirtiéndose esta peculiaridad en un encanto singular que pocos conocen. Un paseo entre sus vertiginosas ruas contemplando como el capricho de su arquitectura conquistará al más duro de los corazones.
Panorámica de Puente Ajuda. Foto: LA MUNDINQUIETA.
4. Ocaso desde Puente Ajuda. El Guadiana presume orgulloso de hablar español y portugués a pesar de que su pasado no diga lo mismo; o al menos las ruinas del puente que unió dos países hermanos que la propia historia separó. Contemplar el atardecer desde el lado oliventino del deteriorado Puente Ajuda supone un encuentro con el ayer y los encuentros y desencuentros entre España y Portugal. ¡Ah! Y el mejor enclave para celebrar una reconciliación.
Experiencia en bodega de Esporão. Foto: ESPORÃO.
5. Viva el vino y el amor. La enología es la excusa perfecta para recuperar la esencia del Alentejo, que ofrece tres rutas diferentes con el objetivo de enamorar a los amantes del vino. Se trata de tres áreas, la Serra de São Mamede, la zona histórica y el territorio más próximo al río Guadiana, aunque si hubiera que marcar con chinchetas aquellos lugares que exigen una parada obligatoria, poco se movería el viajero de la Raya.
Termas de Monfortinho. Foto: RAYANOS MAGAZINE.
6. En buenas manos. A apenas dos kilómetros de la frontera, a orillas del río Eljas, se encuentra el paraíso terrenal. Una aldea de apariencia abandonada en la que abunda el Vende-Se y escasea la cobertura entre árboles cubiertos en coloridos paños de ganchillo. Es la bienvenida que dan las Termas de Monfortinho, un balneario enclavado en un entorno natural de gran belleza que invita a desconectar y relajarse a través de un viaje saludable y milagroso.
Vistas del cielo nocturno de Fregenal de la Sierra. Foto: EEYE.
7. Hasta la luna y vuelta. No hay cita más romántica que contemplar las estrellas de la mano de la persona que se quiere. Para quienes piensen así, Fregenal de la Sierra es su destino. La localidad pacense presume de registrar alrededor de 270 días despejados cada año. Una condición que le convierte en destino para cualquier entusiasta del firmamento, que puede analizarlo con la ayuda de Entre Encinas y Estrellas.
Experiencia con Rail Bike Marvão. Foto: RAYANOS MAGAZINE.8. Un paseo en bicicleta. Si los planes románticos no van con su pareja, ésta es la mejor experiencia que podrán vivir el 14 de febrero (y el resto del año). Disfrute de espectaculares paisajes a golpe de pedal en Rail Bike Marvão, la empresa que ha reutilizado las abandonadas vías del tren de Beirã para instalar un artefacto similar a una bicicleta de cuatro ruedas que le adentrará en las aventura ferroviarias del siglo XIX.
C Caballos por São Mamede. Foto: CABALLOS MARVÃO.
9. Al paso, al trote y al galope. Si a los bellos paisajes que propone la Sierra de São Mamede se añade el aliciente de contemplarlos dando un largo paseo a caballo, se consigue la cita perfecta para las parejas más aventureras. Esto es lo que propone Caballos Marvão,una empresa transfronteriza y familiar que permite descubrir la flora y fauna más característica de la Raya de una forma única y especial: a lomos de un equino.
Barco del Tajo. Foto: RAYANOS MAGAZINE.
10. Viento en popa, a toda vela. En el ‘cuerno’ de Extremadura se halla Cedillo, una población con algo más de 300 habitantes y un pequeño embarcadero del que zarpa el Barco del Tajo. Despedir el día a bordo permite contemplar una vegetación en la que reinan los madroños, brazos y lentiscos junto a especies en peligro de extinción, y bajo un filtro anaranjado. ¿Hay algún plan más romántico que éste?
Sugerencia en A Maria, en Alandroal. Foto: RAYANOS MAGAZINE.
11. Conquistando a mesa puesta. Como es bien sabido, el portugués conquista a mesa puesta; y el español que cruza la frontera para comer, también. Si lo que busca es celebrar este San Valentín con la gastronomía más tradicional (y exquisita), deberá reservar mesa con antelación en el Restaurante A María. Este establecimiento, localizado en el corazón de Alandroal,ofrece la oportunidad de degustar uno de los mejores bacalaos de Portugal por su mimo a la hora de deshilachar el pescado al milímetro, sus huevos de corral y su truco de freír más que bien las patatas de huerto. ¡Buen provecho!
Interior del Train Spot. Foto: RAYANOS MAGAZINE.
12. Una noche en una vieja estación. Seguro que si piensa en celebrar San Valentín, piensa en dormir fuera de casa. Y que si piensa en dormir en una estación de tren, la mente se le va a un viaje mochilero. Pero dormir en una estación de tren ya no es solo sinónimo de noche y frío: también se puede disfrutar de estancias en terminales con todas las comodidades dignas de hoteles de prestigio, y además con historia. El Train Spot Guesthouse se erige a partir de la reforma de la vieja estación de Beirã, ofreciendo al huésped una cama en un lugar emblemático – la aduana ferroviaria de Portugal – en mitad de un remanso de paz y tranquilidad.
Vistas de Alqueva. Foto: RAYANOS MAGAZINE.
13. Un crucero por el lago más grande de Europa Occidental. Un crucero por el Sena es el plan perfecto de las parejas más románticas. Pero, ¿es necesario desplazarse hasta París? No; el Gran Lago Alqueva le ofrece esa oportunidad, y con un carácter internacional. Suba a bordo de una pequeña lancha en Cheles y disfrute de la panorámica que ofrece la playa portuguesa de Monte Juntos al atardecer. Pocos podrán presumir de cruzar navegando de un país a otro que no están separados por ningún mar ni océano.
Puerto Roque, vista aérea. Foto: JUAN CARLOS JIMÉNEZ.
14. El atardecer más vetusto. Es el paisaje favorito de muchos rayanos, una elección que en su mayoría argumentan con su localización. Y es que Puerto Roque es, ante todo, naturaleza. Abrazado por un bosque de pinos y castaños centenarios y a poco más de 700 metros de cruzar la frontera, es un entorno ideal para dedicar el tiempo a la contemplación de la belleza medioambiental del entorno mientras que escucha el canto de los pájaros y el murmullo de las fuentes dispersas por la sierra. Una escapada de diez para celebrar el amor.