Cultura
'Empecé a escribir por necesidad, y quizá por dejar mi granito de arena en el futuro'
'Pedalear' es el nuevo libro del autor portugués afincado en España Luis Leal, que se presentará el jueves en Évora y en junio en Badajoz
Una de las experiencias más reseñables de la biografía de Luis Leal (Évora, 1980) es, quizá, que identifique la frontera hispano-lusa como un hogar. Nació en la ciudad lusa romana por excelencia para después trasladarse a Valencia de Alcántara y terminar formando una familia en Badajoz, donde imparte clases de lengua y cultura portuguesa y donde encuentra la inspiración para crear obras de arte bilingües. Como su último título, Pedalear, que verá la luz por primera vez este jueves, en Évora, y llegará al Museo Extremeño Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC) el 12 de junio. Una reflexión en sus dos idiomas en la que enlaza la fragilidad de algunas etapas de la vida con la necesidad de buscar el equilibrio a través del movimiento.
– Un nuevo libro: Pedalear.
– Es un librito sobre reflexiones de la vida al aire libre, la vida en bicicleta. Se presenta el día 24 en Évora y el 12 de junio en el MEIAC de Badajoz. Es un libro bilingüe de poesía que tiene un juego de palabras: pedal en portugués es pedal como en español, y ar es aire libre. Pero sin embargo, en portugués son dos sustantivos y en español es un verbo. Son reflexiones, es un poquito de una situación de fragilidad que encontramos en algunas etapas de la vida y que la comparo con montar en bici, con esa necesidad de buscar el equilibrio a través del movimiento. Y bueno… es muy difícil definirlo así (ríe). Son unos 22 o 23 poemas, ahora mismo no recuerdo bien, con prefacio de Adolfo Rodríguez por el lado español, que es profesor en Badajoz, y del lado portugués, de Manuel Pizarra, que también es profesor en Évora.
– ¿Los mismos poemas traducidos a uno y otro idioma, o hay poemas escritos únicamente en cada uno de ellos?
– Son los mismos poemas, que están traducidos. Están traducidos por gente como Elías Moro, que es poeta y escritor extremeño; como Antonio Sáez Delgado, que es un gran divulgador y un gran académico español, y docente en la Universidad de Évora; Jaime Covarsí, que es escritor; Juan Ramón Santos, el presidente de la Asociación de Escritores de Extremadura; y unas cuantas personas más relacionadas con el mundo artístico en Extremadura, y en España.
– Ello me hace pensar que lleva muchos meses de trabajo incubándose.
– Sí, lleva esto.. Ya estaban en papel hace ya algún tiempo, a lo mejor un año o cosa así. Después empezamos a pulirlo, a traducirlo. Es un proyecto que es un tándem, como las bicicletas, que todos pedaleamos en este sentido. Es un proyecto que cuento con amigos en la versión en español, y eso es una cosa muy gratificante para mí.
– No es el primer título que firma Luis Leal.
– Tengo otro libro un poquito más ingenuo, quizás no tan reflexivo. Éste a lo mejor es un poquito más biográfico, con alguna poesía personal y muchas reflexiones, desde la infancia hasta el ecologismo, o la inutilidad. O la carga que llevas a la espalda. Hay veces que lo mejor es liberarte un poquito de esa carga. Resulta difícil hablar de esto (ríe).
– ¿Cómo surgió esta vocación de compartir reflexiones personales?
– Desde muy joven. Siempre he tenido la necesidad de escribir para combatir esa idea de olvido. Siempre he escrito mucho para el cajón, pero hace ya algunos años, principalmente con las crónicas, que escribo para fuera. El otro día encontré mi primera crónica para un periódico, tenía 23 años. Y¡Díos mío! ¡Qué mala era la crónica! (ríe). Además hablaba de política, no tiene nada que ver conmigo, cada vez siento que soy más inútil hablando de estos temas (ríe). Empecé a escribir por necesidad, y quizás por dejar mi granito de arena en el futuro este, para dejar algo para mis hijos.
– Nació en Évora pero vive en La Raya.
– Sí, sí, sí. Mira, el otro día un amigo mío me hizo una reflexión que jamás había pensado en ella. Mi juventud fue toda en Évora, soy evorense con mucho orgullo. Cada vez que se habla de Portugal me gusta decir que es el país en el que yo nací, el país de mi DNI; pero el arraigo, mis raíces están en Évora. Pero también, como don Miguel Delibes decía, nosotros somos un poquito como los árboles, que transplantamos. Cuando transplantas las raíces de un árbol empiezan a crecer en otro sitio y dejas algunos restos por donde pasas. Estuve en Valencia de Alcántara y después en Badajoz, y ese amigo mío me decía, fíjate que gran parte de tu vida adulta la has vivido en España. Y es verdad, mi vida adulta ha transcurrido más en España que en Portugal. Nunca lo he visto así pero es verdad. Mis hijos también nacieron aquí. Me puedo considerar rayano totalmente.
– ¿Existen muchas diferencias entre la cultura española y la cultura portuguesa?
– Sinceramente, cada vez veo menos diferencias entre las personas. Tú a lo mejor tienes una perspectiva de La Raya porque vives aquí, porque la conoces, es una perspectiva muy rica. Pero cuando tienes la fortuna de salir de aquí e irte, por ejemplo, a Noruega, te das cuenta de que tenemos muchísimo más en común que cosas en contra. Tenemos mucho, mucho, mucho en común. Pero, con todos los matices culturales que existen y que siempre existirán, creo que son más las cosas que nos unen, el sustrato, que las cosas que nos apartan, que nos separan.
– Entonces, ese mito de que los portugueses son unos bohemios y unos melancólicos…
– No creo que sea un mito. Los mitos existen porque alguien justificó esos tópicos. Pero yo, sinceramente, esos paradigmas, esos tópicos son tan simplistas… Se basan en ese empirismo de lo general. Yo soy portugués, nací en Portugal, pero si hay persona que no sea nostálgica soy yo, y si hay persona que habla por los codos soy yo. El paradigma creo que podemos tenerlo en cuenta pero no podemos exagerar. Hay cosas, por supuesto, que son tópicos y están basadas en esa experiencia del día a día pero primero está la persona.
– También eres profesor de portugués en España. ¿Qué piensan sus alumnos cuando se sientan en su primera clase?
– En Extremadura, el efecto cercanía, el efecto frontera, el efecto raya, es fundamental. Es una cultura que tienes al lado, que te puede abrir puertas, que te puede enseñar otra cultura en el sentido amplio, incluso ofertar tiempo libre, gastronomía o trabajo a largo plazo. El efecto frontera para la divulgación del portugués en Extremadura es fundamental.