Escapadas
Jerez de los Caballeros, vestigios templarios en una dehesa sinfín
Un paseo por el Conjunto Histórico-Artístico más hermoso de la Raya en la Sierra Morena más occidental
Belleza suprema. Ésta podría ser la definición de Jerez de los Caballeros si existiera un diccionario de ciudades. El último bastión de la Orden del Temple aún custodia una esencia exclusiva latente entre sus calles estrechas y empinadas. Sus torres barrocas y murallas templarias asoman en la parte más occidental de Sierra Morena en un paisaje en el que se impone un castillo con su propia leyenda. Según cuenta, los caballeros se enfrentaron a la corona cuando se disolvió el Temple encerrándose en esta fortaleza, originándose una larga lucha tras la que fueron asesinados, dejando a uno de los baluartes el sobrenombre de Torre Sangrienta. Aunque si algo caracteriza a Jerez de los Caballeros, es su horizonte perdido en una dehesa sinfín.
Puente romano. Foto: AYTO. JEREZ DE LOS CABALLEROS.09:00 Origen romano
Jerez de los Caballeros come de la dehesa según lo que ofrezca la temporada. Espárragos, tagarninas, setas, gurumelos y hasta bellota a través de la producción de los más exquisitos ibéricos de la península. Para descubrirla nada mejor que un paseo por su tímido paisaje que, además, lleve a contemplar una de las obras más interesantes a la par que desconocidas del municipio: su huella romana. El municipio rayano posee un puente romano monumental sobre el río Ardila que los lugareños conocen como el Puente Viejo. Reconstruido durante la Edad Media, está labrado con sillares de granito en los arcos y el resto en mampostería. Continúe la marcha para descubrir el Pontón, otro pequeño puente romano del siglo II que se sustenta sobre la misma roca granítica en la que están hechos sus arcos.
Torre del Homenaje, popularmente conocida como Torre Sangrienta. Foto: MANOLO GALVÁN.
11:00 Último bastión
Siete siglo después, cuenta su leyenda, aún se sienten durante las noches de luna llena los pasos de los templarios más zaguros, los que se oponían a la caída de la más esplendorosa ciudad templaria de Bayliato. Los mismos que fueron degollados y arrojados por uno de los torreones del castillo que desde entonces se hace llamar Torre Sangrienta. Para llegar hasta ella, acceda a la historia de Jerez de los Caballeros por la Puerta de Burgos, un acceso citado desde finales del siglo XV elaborado en mampostería reforzada con sillares, y emprenda camino por una de las calles más transitadas de la localidad. Déjese ensimismar por el encanto que posee sus calles estrechas y adoquinadas sin perder su destino, que oficialmente se conoce como Torre del Homenaje por ser la de mayores dimensiones y poseer un aspecto de robustez que no poseen las restantes. Puede subir a través de una escalera que comienza en caracol y continúa de manera irregular, con trozos rectos y curvos hasta terminar en una especie de bóveda de horno que da salida a la terraza superior. Déjese maravillar con sus vistas.
Interior de la Alcazaba. Foto: MANOLO GALVÁN.12:30 Sobre una muralla árabe
Hasta que Alfonso IX reconquistara este territorio en 1238, Jerez de los Caballeros perteneció a los musulmanes, quienes no se marcharon sin antes dejar su huella. Un recinto árabe sobre el que los caballeros templarios construyeron sus muros. Pasee por la Alcazaba, un recinto erigido alrededor de un gran patio central que llegó a estar flanqueado por 26 torreones de las que hoy solo pueden contemplarse cinco. La favorita de los lugareños es la Torre del Reloj. Según se desprende de las crónicas oficiales, hasta la construcción del cuerpo que alberga el reloj, a finales del siglo XV, tenía función de torre del homenaje.
Interior del restaurante La Ermita. Foto: LA ERMITA.14:30 Una experiencia religiosa
Ni los dioses del olimpo disfrutaban como lo hacen los viajeros que toman asiento en La Ermita (Doctor Benítez, 9). Este restaurante cocina en la que fue el templo del Cristo de la Vera Cruz, una construcción religiosa del siglo XVII que conserva un espectacular retablo dorado que preside el comedor. Mientras que espera a que le sirvan el jamón ibérico de bellota más local, alguna carne extremeña a la brasa y algún que otro postre exclusivamente casero, no deje de fotografiar el púlpito original, el coro y el mismísimo confesionario para degustar las sugerencias sin ningún tipo de remordimientos. Amén.
Torre de San Bartolomé. Foto: MANOLO GALVÁN.17:00 Huella cristiana
Una de las protagonistas de la hermosura de la panorámica de Jerez de los Caballeros es la huella cristiana de la ciudad. El municipio tiene uno de los Conjuntos Histórico-Artístico Monumentales más importantes de la Raya, y a ello contribuye en gran medida la variedad de estilos y belleza de sus iglesias. Comience por visitar la de Santa María de la Encarnación, quizá la más imponente de la muestra. Fue construida a mediados del siglo XV, probablemente sobre algún tipo de templo anterior, probablemente visigodo, y ampliada en el XVI, y consta de tres naves dispuestas en forma de cruz latina. Digiera su robustez en un paseo que le lleve hasta la parroquia de Santa Catalina, una iglesia de estilo gótico en su interior y fachada barroca, datada en el siglo XV. Entre y disfrute de su retablo mayor con la imagen de Santa Catalina en madera policromada, y continúe su recorrido hasta San Miguel Arcángel y una de las torres más fotografiadas por los viajeros. Se trata de una iglesia del siglo XV que llama especialmente la atención por su torreón de estilo barroco, erigido sobre la Portada del Perdón. Aunque si alguna elevación es la favorita por lugareños y foráneos es la de San Bartolomé. Esta iglesia, construida a mediados del siglo XV siguiendo un estilo gótico y ampliada en barroco a lo largo de los siglos XVI y XVII es punto de mira de objetivos y teléfonos móviles por su mimada fachada.
Interior de la Casa-Museo Vasco Núñez de Balboa. Foto: RAYANOS MAGAZINE.20:00 Tierra de conquistadores
Otro de los galardones que se cuelga Jerez de los Caballeros es de haber parido al histórico navegante Vasco Núñez de Balboa. De ahí que hace tan solo unos meses reabriese las puertas de su casa natal transformada en un museo que pretende dar a conocer la biografía e historia de este ilustre personaje.