Turismo
El Péndere, un recorrido didáctico por los sentidos del Tajo
Santiago de Alcántara acoge un centro de interpretación de los tres ecosistemas que caracterizan el entorno natural del río
Una antigua ermita del siglo XIX, en pleno Santiago de Alcántara, guarda mucho que contarle a los turistas. Más allá de todo lo que calló durante las invasiones napoleónicas del XIX y sus diversos usos durante la historia moderna de este pueblo rayano, es punto de partida para el que llega con el objetivo de descubrir qué guarda las entrañas del Parque Natural Tajo Internacional: El Péndere, un recorrido didáctico por el entorno natural del río.
Con una sonrisa interminable y muchas ganas de compartir qué encantos poseen los alrededores, recibe Elena a diestro y siniestro. Es la técnico del Centro de Interpretación de la Naturaleza ‘El Péndere’, el principal punto turístico de Santiago de Alcántara, y quien trabaja codo con codo con el Agente de Desarrollo Local, Cándido Flores. A esta pequeña localidad cacereña de poco más de 500 habitantes llegan pocos turistas, y, los que lo hacen, se dirigen con el objetivo de conocer esta oficina.
Una oficina cuya historia comenzó en el año 2000, “cuando se trabajaba sobre la idea de crear un parque natural internacional”, recalca el agente. Tras un proceso de rehabilitación en la ermita y un acondicionamiento, fue dos años más tarde cuando abrió sus puertas con un novedoso sistema, siendo el primero en incluir paneles sonoros. “Si aprietas un botón se escucha el sonido característico, y el visitante lo identifica para después reconocerlo en el campo”.
Este mecanismo lo convierte en un destino ideal para las familias. “A los niños esto les encanta porque muchas veces lo han escuchado sin saber qué era”, comenta Elena. De hecho, durante los 15 años de trayectoria del centro siempre se ha procurado trabajar en torno a la didáctica infantil. “Se han incorporado cosas que no perjudicasen a la musicología y que despertasen la atención de los más pequeños”, explica el ADL señalando un juego que mezcla adivinanzas con huellas de animales. También cuadernos de campos que van trabajando durante la visita.
Tres ecosistemas, tres apartados
“Cuando llega un turista lo primero que hacemos es situarlos en el espacio, explicarles que estamos dentro del Tajo Internacional”, cuenta la joven mientras muestra una maqueta en la que aparecen señaladas las localidades que se encuadran dentro del parque natural. Es el preámbulo a una visita que se divide en tres apartados según cada ecosistema: la ribera, la dehesa y la sierra.
La primera parada está dedicada a la ribera. En ella aparecen representada la flora y fauna más característica de este ecosistema, como la nutria, la ranita o el martín pescador. Y en este punto, es donde Elena nos habla de las rutas senderistas. “La gente que llega hasta aquí viene con la idea de hacer la ruta de la Fuente de La Geregosa o del Mirador Las Viñas”, revela la técnico. A pesar de que los turistas vienen dispuestos a hacer algunas de las rutas más conocidas, ella les da información sobre todas las opciones que tienen, “y después, que ellos elijan”.
Al otro lado de la misma sala, se encuentra el apartado de la dehesa. En ella, además de las representaciones de la vegetación y especies más típicas, como la bubilla o la poipa, aparece un panel informativo sobre los aprovechamientos de la dehesa. “Les explicamos que, más allá de para alimentar a los cochinos, de la dehesa se puede obtener mucho más, como el corcho, tan importante en la zona”.
La zona del altar, la última y más grande sala, está dedicada a la sierra. Dividida en la umbría y la solana, aparece representada la flora y fauna de cada parte. “Nos muestra cómo la vegetación en la umbría es más frondosa y verde”, explica Elena. “Diferente a la solana, donde todo es más seco”, añade. Una zona en la que encontramos un nuevo recurso para los niños: un juego de cráneos de aves que permite diferenciar entre varias especies como el buitre negro, buitre leonado o el águila.
Antes de irse, cada turista recibe algún folleto informativo sobre el valor del Parque Natural del Tajo Internacional en sí, que recuerde todo lo que acaban de ver y sentir en este centro. Junto a la visita, esto les ayudará a entender con los sentidos el valor de esta zona, un territorio que desde hace 5000 años ha sido riqueza natural para millones de persona. Un último mensaje antes de comenzar a disfrutar de una maravilla internacional.