Turismo

De la imprenta al cine: un reconocimiento a las tradiciones rayanas

Valencia de Alcántara ofrece la posibilidad de descubrir la cultura transfronteriza a través de un recorrido por su museo etnográfico

Alguna extraña ley no escrita afirma que si el envoltorio sorprende, el contenido promete emocionar. Algo así sucede con el Museo Etnográfico de Valencia de Alcántara, un centro de interpretación de la evolución de las tradiciones rayanas instalado en el antiguo convento de Santa Clara, que durante el siglo XX funcionó como escuelas graduadas.

Foto: Rayanos Magazine.

Como un referente del acerbo cultural de Valencia de Alcántara y su campiña, reflejando en las distintas salas que lo componen los oficios y formas de vida de los habitantes de la Raya. Así se presentó este museo municipal durante su inauguración, en agosto de 2008, cuando ya prometía ser una apuesta por la difusión de la identidad de los pueblos, especialmente para aquellos para quien fuese una gran desconocida. “Es un plan ideal para los niños, aprenden un montón aquí”, asegura Maite Pérez, una de sus guías.

De ahí que como preludio, dé la bienvenida una vetusta aula, presidida por una vieja pizarra en la que se puede leer 1928 y dos empolvados pupitres. “Se ha dedicado a lo que fueron esas escuelas graduadas General Navarro y Alonso de Celada”, explica la mujer. No le falta detalle. En sus estanterías se pueden leer los antiguos libros que se empleaban en la época para aprender a leer, o los materiales que utilizaban en cada clase y que con mimo se guardaron hasta el cierre del centro educativo, hace 20 años.

Foto: Rayanos Magazine.

Una estratégica combinación para adentrarse en la primera sala principal del museo, dedicada a la imprenta. “Se decidió instalar tras el aula por la relación que mantienen. Por enseñar cómo se diseñaba un libro y se imprimía un folleto”, anota como ejemplos mientras señala los útiles para ello. Una completa colección donada íntegramente por una de las imprentas más populares de Valencia de Alcántara, la nombrada como Ávila. “Hay gente que nos ha dicho que esta maquinaria, en su tiempo, era de última generación”, resalta la guía. “Y esto para los escolares es muy didáctico. Aprenden que para escribir una frase tenían que colocar las letras una por una, y se dan cuenta de que a nosotros nos lo han puesto todo muy fácil pero que antes no era así”.

Foto: Rayanos Magazine.

 

Las costumbres locales

Situado en pleno corazón de esta villa medieval, era imposible que el museo etnográfico no dedicase un espacio a la cultura local de Valencia de Alcántara. Así, la siguiente sala está dedicada a sus fiestas populares. Una espléndida carroza de madera recibe a los visitantes, sugiriéndoles cómo se celebraba San Isidro cuando aún no había llegado el tractor a la localidad. Una práctica que avala las decenas de fotografías que decoran la sala, donde se aprecia que “iban con burros y con caballos”.

Todo es original. También las reliquias que recrean el altar de la Cruz de Mayo, los ropajes que lucen los maniquíes que simulan formar parte del grupo de folklore Juéllega Extremeña o el círculo que forman la escena de los Mayos, “una representación un poco satírica de todo aquello que no nos gusta a nivel político”.

Foto: Rayanos Magazine.

La siguiente estancia está dedicada a las costumbres extremeñas, “a lo que eran las tradiciones y las formas de vida de antiguamente”. En ella se puede ver una recreación de una chimenea frente a una mesa con su vajilla -y platos típicos- y un lavadero en el que fregar la loza. También los artefactos de la época para hacer pan, cortar fideos o cocinar churros. “Yo recuerdo este cacharro en casa de mi madre, que nos hacía unos churros riquísimos. ¡No los he vuelto a probar igual!”, exclama Pérez mientras recuerda el carácter didáctico del espacio para los más pequeños. Y de nostalgia para los más mayores: “les trae sus recuerdos de infancia”.

Foto: Rayanos Magazine. Foto: Rayanos Magazine.

 

La magia del cine

Una vez que se deja atrás el escaparate de oficios prácticamente obsoletos, donde también cobran protagonismos los que históricamente se atribuían a la mujer -véase el de modista o sastre, simulado con revistas de moda perfectamente conservadas-, espera una de las salas más curiosas e interesantes del museo. Se trata de una sala dedicada al cine y, especialmente, a lo que supuso el séptimo arte en Valencia de Alcántara.

Foto: Rayanos Magazine.

Maite revela que este espacio corre a cargo del investigador y antiguo exhibidor de cine, Tomás Berrocal, que aún se encuentra ultimando detalles. En el medio, dos antiguos proyectores evoca la era dorada del pueblo, cuando llegó a alternar cinco salas de cine donde se exhibían los últimos títulos procedentes de Hollywood. Y alrededor, cintas, carteles y fotografías. También, el antiguo rótulo del Cine-Teatro Luis de Rivera. “Ahora mismo si tuviéramos algo así en Valencia de Alcántara sería la repera“.

La cultura taurina tampoco se ausenta de este centro de interpretación. Hay carteles y pancartas, todos tratados con el mimo y el cariño que caracterizan a Toñi, la encargada del museo. Tampoco folletos y anotaciones, especialmente del barrio gótico-judío y las rutas de los dólmenes, elementos que complementan el patrimonio cultural que posee Valencia de Alcántara y que tan bien lo muestra este espacio.

Foto: Rayanos Magazine.