Turismo
Cedillo se prepara para su batalla de harina
La localidad celebra este martes, día 13, su fiesta de La Enfariñá
“Ayer me dijo una vecina que tiene 20 kg, espero que no me encuentre”, comenta chistoso el alcalde de Cedillo, Antonio González. Esta localidad rayana se prepara para una de sus fiestas locales más esperadas, La Enfariñá, la batalla de la harina.
Cedillo es el pueblo más occidental de Extremadura. Prácticamente delimitado por la frontera portuguesa, adquiere como propias muchas costumbres del país vecino. Y se cree, que esta pueda ser otra de ellas. “Esta fiesta vino desde Portugal”, asevera González. Prueba de ello es que existan celebraciones similares al otro lado de la raya y, probabilidad, que la trajesen los primeros pobladores de la zona, de origen luso, allá por el siglo XVIII.
“Es una especie de homenaje a la naturaleza”, explica el alcalde. Antiguamente, la harina era un medio de vida, igual que el cerdo pero más económico. Eran muchas las familias que sobrevivían a base de cultivos de cereal, y las que le dieron forma a esta fiesta, que celebrará su próxima edición este martes, día 13. “Los hombres le echan harina a las mujeres y las mujeres a los hombres. Nunca deben echarle a personas del mismo sexo”, puntualiza.
La batalla de la harina comenzará por todo el pueblo después de la degustación de sardinas que sirve el Ayuntamiento. Entonces, quien se atreva a salir sabe qué puede esperarle. Salvo personas que estén de luto, que son impunes, cualquier vecino o turista que transite por las calles de Cedillo puede ser enharinado. “Y a quién no le guste, que se quede en casa”, dictamina irónico González.
Esta guerra se dará por finalizada a las 14 horas, cuando comience la comida en el polideportivo. “El ayuntamiento colabora con alguna asociación, este año con la de cazadores, que ofrecerá un plato con ciervo”, cuenta. Después, cada uno decide si continuar la fiesta, resultando un ambiente festivo por los bares del pueblo y un día para no perderse en Cedillo.