Turismo

Las piscinas de Los Molinos, un micro-clima en Sierra de Gata

Las altas temperaturas del verano extremeño se suavizan en la zona de baño de Eljas, caracterizada por ser un abanico de posibilidades

Las piscinas de Los Molinos pueden ser una de las más más naturales piscinas veteranas de Sierra de Gata. Situada en el norte cacereño, en el pulmón verde extremeño, Los Molinos se perfila como una de las zonas de baño preferida por lugareños, emigrantes que tornan en verano y viajeros. El motivo, el micro-clima que le caracteriza, capaz de suavizar las altas temperaturas del verano en la región. 

Llegar hasta el paraje natural Los Molinos no es tarea complicada. En dirección Camino de Valverde dista unos 2 kilómetros del núcleo urbano de Eljas, término municipal al que pertenece. La vía es una sorpresa, y es que este municipio rayano cuelga literalmente sobre las faldas del Sistema Central regalándole las mejores vistas de la Sierra. No tiene pérdida, pero si el viajero se despista preguntar será otro regalo al escuchar A Fala, la lengua propia declarada Bien de Interés Cultural que se habla en la localidad.

Los Molinos dispone de hasta tres piscinas naturales de aguas cristalinas y fácil acceso bañadas por la cascada del río Eljas. La primera recibe el nombre de Arriba y ofrece un vaso de 25 por cinco metros, mientras que la segunda se apoda como la del Medio - aunque los lugareños la conocen como “pozo” -, y ofrece un espacio más amplio, de 30 por seis metros. La última, la menos profunda con un área de 12 por seis metros, se hace llamar Las Monjas.

Paraje de Los Molinos, en Eljas. Foto: EXTREMADURA TURISMO.

El entorno dispone de una zona de aparcamiento que, a causa de la alta demanda de las piscinas naturales, suele colapsarse fácilmente (especialmente si se habla de un domingo, festivo o incluso de cualquier día del mes de agosto). También hay duchas y merenderos, y es que a falta de un chiringuito que impacte con uno de los paisajes más aclamados de la comarca, los ‘lagarteirus’ acomodaron el espacio con mesas y bancos a la sombra de una gárgola que pasa por natural.