Turismo
São Pedro do Corval, casa y corazón de alfareros
La ‘freguesia’ de Reguengos de Monsaraz persigue la certificación que ponga en valor su cerámica
Aquello de ir a Portugal a comprar toallas es famoso en todo el país. También se hizo popular viajar para adquirir café, “del bueno, del portugués”. Pero hay un producto cuya importación no ha sido tan mediática a pesar de vestir la mesa de la mayoría de casas transfronterizas: la alfarería. Y es que en São Pedro do Corval se localiza el centro alfarero más grande de la Península Ibérica y la historia más identitaria del municipio rayano de Monsaraz.
Corral - más conocida como São Pedro do Corval - es una pequeña freguesia de Reguengos de Monsaraz cuya tradición alfarera se remonta a la época romana. Cuentan los historiadores que el oficio, acorde a los tiempos, se mantuvo durante la dominación árabe, y que ha evolucionado hasta nuestros días hasta contar con una veintena de olarias (talleres de alfarería) en la actualidad. “La cerámica de São Pedro do Corval es una referencia del municipio, además de representar un elemento de su identidad y especificidad que constituye un valor agregado local”, dicta la Cámara Municipal en el documento que presenta a los navegantes 2.0 su Casa do Barro, el centro de interpretación de la alfarería que da a conocer la historia de esta ocupación.
Alfarero moldeando barro. Foto: PEDRO VILELA. Alfareros trabajando con arcilla. Foto: PEDRO VILELA.Ubicado en un antiguo taller enclavado en la arteria principal de la freguesia, esta galería recrea el ciclo de la arcilla, desde la tierra hasta el producto final, con el objetivo de dar a conocer la tradición“asegurando su sostenibilidad y preservando una parte importante de la cultura y la historia del municipio”. “Se trata de un espacio rehabilitado, rodeado de tradición alfarera donde se pueden encontrar piezas históricas relacionadas con el oficio, como dos viejos hornos de leña donde se cocinaba la loza”.
Visitas a las alfarerías
La visita al mundo de las olarias de São Pedro do Corval no termina en este centro de interpretación. En la recepción del mismo, el viajero encontrará información y un callejero de donde se encuentran las empresas dedicadas al barro en la freguesia. Tres de ellas son de construcción, 34 de pintura y 17 son alfarerías como tal, y están dispersas principalmente por los alrededores de Rua da Primavera. Llegar hasta ellas es fácil siguiendo los indicadores instalados en la calle, y ensimismarse con sus trabajos, inmediato. En cada taller se puede ver a los artesanos en acción, produciendo manualmente desde vajillas y ollas hasta candelabros o baldosas, todos ellos ásperos, esmaltadas y decorativas que se caracterizan por “un valor estético y etnográfico extraordinario”.
“Como un espejo genuino de la vida rural y las costumbres ancestrales y con excepcionales cualidades”, la cerámica de São Pedro do Corval competirá por conseguir un certificado que la ponga en valor. A su alfarería, y a todo un pueblo repleto de vidas hechas de arcilla.
Trabajo de alfarería. Foto: PEDRO VILELA.