Cinco belenes rayanos que no te puedes perder

Se aproxima el fin de semana más navideño del año. A dos días de Nochebuena, iglesias, museos y plazuelas se abren al turista que anhele conocer espectaculares nacimientos. Y en la Raya no iba a ser menos. El cuidado de sus detalles, la peculiaridad de sus materiales o la sorpresa de sus dimensiones son algunas de las características que hacen de estos siete belenes los más atractivos del territorio rayano.

1. Belén bíblico y monumental ‘Santa Ángela de la Cruz’ (Jerez de los Caballeros): el más grande del mundo en su género. El belén de Jerez de los Caballeros supone una visita obligada para los amantes de este arte. En una superficie de 450 metros cuadrados se pueden contemplar más de 10.000 piezas que integran los diferentes pasajes del alumbramiento de Cristo. Entre las más destacadas se encuentra la Anunciación a María y la llegada a Egipto, pero las recreaciones de figuras diminutas de aves, vasijas y productos no pasan inadvertidas a la vista del visitante. Se encuentra en el edificio del Mercado de Abastos (Plaza de Sanago) y podrá visitarse hasta el 7 de enero, en horario interrumpido de 12:00 a 21:00 horas.

2. Belén viviente del Gurugú: ejemplo de la viveza de un barrio. Este belén recoge tradición y entusiasmo en un nacimiento que se celebra desde hace décadas. Tomará vida los días 22 y 23 de diciembre y contará con la participación de 120 vecinos. Casi un centenar recreará escenas del alumbramiento como la anunciación, el nacimiento y el empadronamiento romano bajo una banda sonora original. Varios vecinos del propio barrio han creado la letra y la música de dos canciones que animarán a los cientos de turistas que le visiten, que serán agraciados con unas migas extremeñas cocinadas durante la representación. La cita será a partir de las 20:00 horas en la zona ajardinada de la Avenida del Gurugú.

3.  Los Bonecos de Estremoz: la obra artesanal del siglo XVII declarada Patrimonio de la Humanidad. Es una de las costumbres más arraigadas de la Navidad portuguesa. Los ‘bonecos’ de Estremoz es como se denominan a las imágenes de carácter religioso elaboradas en barro cocido policromado que conforman uno de los nacimientos más populares del país. Se trata de un arte, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2017, que se remonta al siglo XVII y que nació como un gesto de humildad de las mujeres de la aldea, que decidieron recurrir al abundante barro que hay en Estremoz para realizar figuras inspiradas en Nuestra Señora de la Conceicão y Santo António. Una decena de artesanos elaboran y comercializan estas figuras, convertidas en el mejor souvenir de la ciudad.

4. El Belén de Bodonal de la Sierra: una recreación en 300 metros cuadrados. Puede ser uno de los belenes con mayor extensión de la Raya. El Belén de Bodonal de la Sierra resurge para superarse cada año. En 2018 concentra alrededor de 8.000 figuras en más de 300 metros cuadrados, entre ellas y como novedad el Castillo de Herodes. De esta recreación llama la atención el efecto lumínico de la anunciación, el mimo y detalle que han prestado en el interior de las viviendas y la recreación de su Fuente Nueva, emblema de esta localidad pacense. También, la reproducción de las costumbres de la Raya dejando ver a un contrabandista cargado de café. Los horarios de visita son, de lunes a viernes, de 18 a 21 horas y, sábados, domingos y festivos, de 12 a 21 horas interrumpidas.

5. El Belén Montemolín: la humilde entrega de un pueblo. Es una de las citas más esperadas del sur rayano. El Belén de Montemolín recreará un año más el nacimiento de Jesús con la ayuda de 150 participantes y la implicación de todo un pueblo. El primero, su alcalde, del que depende la ambientación en la que colaboran desde los más jóvenes hasta los más mayores. Cuenta con un río artificial, diferentes chozos, un molino de harina y numerosas especies de animales repartidos en más de 25 escenas. Los visitantes podrán contemplarlo de manera gratuita los días 23, 25 y 30 de diciembre y el 1 de enero, desde las 18:30 a las 21:00 horas.