Cultura
Acordes femeninos y vino en un alto en Beirã
El cuarto 'Guitarras ao Alto' trae por primera vez artistas femeninas al Train Spot
Si algún titular tilda la región del Alentejo es la de la gran desconocida. Pero si otro lo subraya -con fluorescente- es la de sensacionalmente sorprendente. Para pocos de los que se pierden en él pasa inadvertido, como tampoco lo pasó para Vasco Durão: “pensé que podía crear un evento musical diferente e íntimo que uniese el patrimonio del Alentejo, la guitarra y el vino”. Y así, casi por ebullición, nació el festival Guitarras ao Alto.
Guitarras ao Alto se encuentra en plena celebración de sus cuatro primaveras. Ni más ni menos. Si Vasco, su precursor y organizador, vuelve la vista atrás le envuelve la emoción. A caballo entre Lisboa y Estremoz, recorría desde hace cinco años cada rincón oculto del Alentejo, conociendo su enorme potencial cultural para explorar y desconociendo por qué nunca antes se había puesto en valor. Y, dejando entre ver su simpatía por la música, se plantó ante un auténtico desafío. “Quería valorar la guitarra como instrumento de elección y llevar a guitarristas contemporáneos portugueses para jugar a dúo en diferentes espacios, en salas poco convencionales”, rememora. Y con el mejor acompañamiento: “y quise hacer del vino alentejano la bebida de elección del acontecimiento”.
Guitarras ao alto en la edición de 2016 en Beirã. Foto: Luz&RaiaCon esta lista de ingredientes creó un evento sin precedentes en Portugal. “Un regreso a los orígenes y una valorización del interior del país”, apunta. O, en otras palabras, un himno a la guitarra y al espíritu alentejano que comenzó su andadura en 2015. Pero no fue hasta un año más tarde cuando su cartel llegó hasta la antigua Estação de Beirã-Marvão, hoy convertida en hostel. “Me alojé en el Train Spot con mi familia y sentí una fuerte empatía por Lina y Eduardo, inmediata y mutua”, señala. Pronto compartieron confidencias, como que el propietario quería programar un concierto allí, y comenzaron a estrechar las manos: en la segunda edición, este festival ya sonaba en Beirã. “Ver a dos guitarristas tocando sobre las vías del tren, con más de 200 personas sentadas en la estación y vaso de vino en mano… Es la esencia de Guitarras ao Alto”.
Guitarras ao alto en la edición de 2016 en Beirã. Foto: Luz&Raia
Tradición hecha acordes
Esta edición supone una entrega muy especial para la historia de Guitarras ao Alto. Por primera vez en su historia, el feminismo se apodera del cartel, y en Beirã no iba a ser menos. El próximo viernes, 1 de junio, Francisca Cortesão y Mariana Ricardo revivirán esas viejas traviesas con un sonido muy diferente, con “un concierto bellísimo a cuatro manos y dos voces”. Y, como impone la esencia del festival, acompañadas de los caldos de Herdade de San Miguel.
Las entradas ya están disponible en la web de Guitarras ao Alto y el Train Spot. Incluyen el acceso a una estación llena de historia –la última antes de llegar a la frontera española-, una copa del mejor vino alentejano y el más codiciado regalo para los oídos: un paseo por la tradición del Alentejo hecha acordes.
Guitarras ao alto en la edición de 2016 en Beirã. Foto: Luz&Raia