Turismo
Marvão, testigo de la Boda Regia
El municipio portugués se convierte en escenario del XV Festival Transfronterizo
Ayer de espaldas, hoy de la mano. Marvão no podía perdersela celebración del XV Festival Transfronterizo de la Boda Regia como en su día no faltó a la lista de escenarios que formaron parte del enlace nupcial. El rey Manuel I ‘El Afortunado’ cruzó la frontera para llegar hasta Valencia de Alcántara a través de Portagem y sobre su río Sever, un enclave de excelencia natural que estos días también se convierte en testigo de la Boda Regia.
La historia ha dejado pruebas verídicas que testifican que Don Manuel durmió la noche anterior al casamiento en Castelo de Vide. Para continuar su camino hasta el altar debió ser inevitable pasar por Portagem, el caserío que baña el río Sever a su paso por el municipio de Marvão. Tan inevitable como era que esta localización formara parte del Festival Transfronterizo de la Boda Regia. “Es importante a nivel de historia porque el rey era portugués y Portugal formó parte de este momento”, anota Felicidade Tavares, técnica de Turismo de la Cámara Municipal de Marvão. De ahí que el pasado año decidieran reanudar las representaciones en territorio luso, dedicando la noche anterior al grosso de la programación a una recreación de una despedida de soltero de la Edad Media. “En Portugal, antes de desposarte, dedicamos un día y una noche a beber, comer y disfrutar del último tiempo como persona libre desde el punto de vista de que, a partir de la boda, va a adquirir ciertas responsabilidades como marido”.
Tavares alude al acto que tendrá lugar este jueves 1 de agosto en los aledaños del Puente Romano sobre el río Sever, en Portagem. Bajo el epígrafe Llegada del rey Don Manuel a Marvão, alrededor de un centenar de vecinos del municipio portugués arropados por otros tanto de Valencia de Alcántara darán vida a un festín real donde no faltará la música ni la danza en honor al monarca. Será a partir de las 22:30 horas y la entrada es gratuita.
“Hay muchas cosas que nos unen”, recuerda la de Turismo. “La primera es la misma frontera”, continúa. “Y la Boda regia en sí es un momento cultural al mismo tiempo que un ejemplo de los lazos que unen a todos nuestros vecinos”.