Turismo
La Raya en cinco copas de vino
Caldos deliciosos cultivados a un lado y otro de la frontera para viajar, copa en mano, desde el sofá de tu casa
El vino está intrínsecamente conectado a la historia, a la cultura y a la vida social en Alentejo. Es una tradición milenaria, traída por los romanos hace más de dos mil años, que forma parte del día a día de la población, sobre todo en las zonas más rurales. También en Extremadura, una región que lo importó en el siglo VI a.C. como acredita el mosaico hallado en la Casa del Anfiteatro de Mérida, prueba más clara de la importancia del cultivo de la vid y la elaboración de vino en el territorio de la época.
Estos son los cinco caldos que todo viajero debe catar si lo que busca es beberse la Raya en una copa de vino.
1. Cortes de Cima Chaminé 2018, un blanco frutado En 1988, una pareja formada por una danesa y un estadounidense decidieron subir a bordo de un velero para buscar un lugar donde fundar una familia y plantar un viñedo. Llegaron al Alentejo y empezaron a escribir la historia de Cortes de Cima, una bodega situada en Vidigueira. Su Cortes de Cima Branco Chaminé 2018 es suave y jugoso, con un cuerpo medio y notas de frutos rojos, y está considerado como uno de los mejores blancos del año.
El vino: tempranillo, syrah, touriga nacional, trincadeira y alicante bouschet.
Alcohol: 12,5%
Cata: color amarillo pajizo a la vista; aromas intenso y fresco a frutos rojos en nariz; y fruta vibrante con una agradable acidez fresca en la boca.
Maridaje: carnes de res y aves.
2. Habla del Silencio 2017, un tinto notorio con aroma a cereza. El trabajo artesano del campo y las investigaciones científicas se dan la mano en las bodegas Habla de Trujillo. Un buen ejemplo de ello es su vino Habla del Silencio, uno de los caldos extremeños con más reconocimiento por su valor ecológico, y es que este tinto huye de los tratamientos químicos para ofrecer un resultado muy vivo, complejo y sabroso. Ofrece un aroma de frutos negros, moras o cerezas, y durante varios años ha sido considerado el mejor tinto de España.
El vino: syrah, cabernet sauvignon, tempranillo.
Alcohol: 14%
Cata: granate a la vista; intenso y con toques de cereza, mora, menta, pimienta y grafito a la nariz; y carnoso y fresco, con toques a fruta y bombones de licor de cereza, a la boca.
Maridaje: crema de verduras y carnes blancas con salsas de verduras.
3. Comenda Grande Rosé 2018, un rosado con tradición. Una de las bodegas referentes del Alentejo es Comenda Grande, la explotación agrícola de 750 hectáreas que regenta María de Lourdes, entre las que se crecen variedades clásicas como la Aragonez, a la par que otras más alternativas como la Tinta Caiada. De la fusión de éstas nace el Grande Rosé 2018, un vino de intenso aroma a fambruesa y carácter seco y equilibrado que invita a sucumbir a los paladares adictos al rosado.
El vino: tinta caiada y aragonez.
Alcohol: 13%
Cata: rojo frambuesa a la vista; intenso aroma a frutos rojos a la nariz; y con un sabor ligeramente ácido con amago a frutas rojas a la boca.
Maridaje: ensaladas frías, mariscos, pescados y sushi.
4. Viña Puebla 12 meses en barrica, un tinto carnoso. Las bodegas Toribio se localizan en Puebla de Sancho Pérez, en la zona de Matanegra, territorio al que se arraiga una importante tradición vitícola caracterizada por un microclima singular y suelos ricos en minerales. En sus instalaciones se cría uno de los vinos más reconocidos de Extremadura, el Viña Puebla 12 meses en barrica. Con Denominación de Origen Protegida Ribera del Guadiana,
El vino: cabernet suavignon y syrah.
Alcohol: 14,5%
Cata: color granate a la vista; aromas frutales complejos muy limpios conjuntados con notas especiales de madera tostada suave al olfato; carnoso, redondo y con taninos dulces a la boca.
Maridaje: todo tipo de carnes, guisos, chacinas y quesos.
5. Dulce Eva, un semi-dulce autóctono. Alegre y ligeramente dulce pero sin empalagar. Así se podría definir de una manera sencilla el Dulce Eva de Bodegas Santa Marina, una explotación localizada en Los Santos de Maimona donde crece una variedad autóctona, Eva Beba. Habitual como manjar de mesa, se decidió innovar probándola para crear un licor que ha generado excelentes resultados por su gran aceptación en el mercado.
El vino: eva de Los Santos.
Alcohol: 9,5%
Cata: color amarillo pajizo, limpio y brillante a la vista; maces frutales como el pomelo, la manzana asada y tropicales, y florales como el geranio a la nariz; y dulce pero no dulzón, sin empalagar, con un buen recuerdo frutal a la boca.
Maridaje: tapas saladas y embutidos ibéricos.