Inicio / Agronatura / Un negocio, dos mercados
Por Esmeralda Torres
27 February 2018
Desde hace años, el antiguo local de la herrería Navas en Valencia de Alcántara se encontraba vacío y casi abandonado. En mitad del Parque de España, nadie se atrevía a alquilar esta nave, sobre todo por su desmesurado tamaño. Nadie, hasta que llegó el portugués José Antonio Pinto y abrió las puertas de una frutería-jardinería.
“Todo vino a raíz de la situación de desempleo de mi hija”, revela Pinto. Este portugués, afincado en el Alto Alentejo, ya tenía un pequeño negocio en Marvão que, de lunes a sábado, dispensaba de alimentos y productos de jardinería y ferretería a los vecinos de la villa. Pero la desesperación de su retoña por no encontrar trabajo le llevó a valorar la posibilidad de abrir un establecimiento al otro lado de la raya.
Desde entonces, su hija se encarga del negocio portugués y Pinto del español, ubicado en el centro de Valencia de Alcántara. “Uno para cada lado, tiene que ser así”, comenta ingenioso.
Una clientela similar
Laranjas, maçãs, cebolas, árvores o facas son algunos de las etiquetas que se pueden leer en los productos que se venden en la tienda de Pinto. Y es que la mercancía de este negocio es en su mayoría de origen luso. “Prácticamente todo portugués, lo traigo todo de allí para acá”, declara el empresario con un confuso 'portuñol'.
Pero a pesar de que este negocio tiene dos mercados de distinta nacionalización, el mercader no aprecia diferencia alguna. “Quizás allí se venda más abono o más fruta al peso”, afirma. “Sí, allí hay más al peso que aquí”, añade. Y es que, su negocio es una certera prueba de que el gusto y el bolsillo de la clientela no entienden de lindes. “Estando tan cerca es como si no hubiese frontera”.