Por Esmeralda Torres
20 December 2018
El mundo rural extremeño está en coma. La despoblación en el ámbito rural es un fenómeno imparable; o casi, porque la voluntad para evitarlo está más viva que nunca. Especialmente en Hernán Pérez, donde un proyecto arqueológico recurre a la cultura como motor de desarrollo para la comarca e imán para el asentamiento de arqueólogos y universitarios.
La Raya goza de una riqueza histórica y cultural descomunal. Sus primeros asentamientos datan del Paleolítico, y prueba de ello son los numerosos dólmenes que velan los restos espirituales de quienes recorrieron por primera vez los alrededores del Tajo Internacional. Quienes poblaron hace miles de años el territorio donde hoy se asienta Sierra de Gata, entre otros. Y precisamente en honor a ellos, la Asociación Cultural Vetones ha decidido recuperar la población en el municipio de Hernán Pérez y hacerlo de una forma bastante peculiar. Se trata de una idea que comenzó a desarrollarse bajo el nombre de ‘Pradocastaño’ allá por 2015, cuando la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Extremadura concedió los permisos de prospección en el territorio. Con ellos se elaboró una memoria oral que contó con el testimonio de pastores, agricultores y otras voces vinculadas históricamente al campo, “que nos han ido contando por dónde han aparecido hallazgos esporádicos, como puntas de flechas”, tal y como relata el director general del proyecto, Pablo Iglesias.
La excavación de un túmulo ha sido la primera hazaña de este proyecto. “Se veía que había unos ortostatos a la vista, comenzamos a excavar y apareció un dolmen de corredor de unas dimensiones considerables”, relata Iglesias. Del mismo ve la luz un 80% aproximadamente: “aún nos quedan unos 30 o 40 centímetros por excavar pero nos hemos dado cuenta de que el yacimiento tiene más potencia de lo que hemos pensado”. Y es solo el primero del conjunto que posee Hernán Pérez, que se prevé que esté formado por entre ocho y doce cámaras. “Nuestro interés es que toda la necrópolis que hay en el término municipal, al final, esté estudiada y recuperada, y que sea un recurso turístico más”.
Atractivo para arqueólogos, universitarios y turistas
Además de la recuperación y conservación del conjunto de dólmenes, otro de los objetivos de Pradocastaño – quizá, el más importante – es atraer a arqueólogos y universitarios a la comarca. Y es que este proyecto se delineó alrededor de la creación de un parque arqueológico que diese trabajo durante todo un año. “Nos podríamos centrar en abrir una campaña de verano a estudiantes de Historia y arqueólogos y ya está, pero lo que queremos con esto es que se trabaje durante todo el año”, insiste el director. Su estrategia es que durante los meses de verano, libres de inclemencias meteorológicas, se excaven nuevos materiales que durante el resto de estaciones sirvan de sustento para charlas y exposiciones. “Actividades vinculadas a la difusión, ya sea del patrimonio megalitoico o de la prehistoria en general”, apunta.
Para conseguir el advenimiento de cerebros, el Ayuntamiento de Hernán Pérez se ha comprometido con la causa. “Hemos firmado un convenio con el consistorio con la idea de que nos ceda un edificio en el que en la parte baja se instalará el laboratorio y en la superior se habilitará como vivienda para alojar a estudiantes, arqueólogos e historiadores”.
Pero no es la única institución que respalda este proyecto. La Diputación Provincial de Cáceres ha sido la encargada de financiar estos primeros pasos y las universidades de Extremadura, Salamanca, Valladolid y Coimbra (en Portugal) se han abierto a posibles negociaciones para la movilidad de sus estudiantes. “La cultura que se maneja en Sierra de Gata, especialmente en las edades de los metales, está muy vinculada con la trashumancia ganadera de épocas más modernas y el tránsito del norte a sur buscando pasto”, señala Iglesias. “Y si hablamos respecto a nuestros vecinos, la interrelación que hay entre Extremadura y Portugal es gigantesca”.
El director prevé que la excavación del primer dolmen concluya el próximo verano. Será entonces cuando se instale el último panel, en el que se definan “los parámetros que hemos interpretado durante el proceso” y que complete la información que demande el turista que hasta allí llegue. “Ahora mismo no se encuentra en un estado de musealización definitivo”, recalca. Aunque sí en un proceso de ilusión que contagia a los habitantes de Sierra de Gata.
