Inicio / Cultura / "La Raya está presente en toda la etapa histórica de San Vicente"
Por Esmeralda Torres
20 July 2018
Algo que comenzó como un mero trabajo académico de un vecino ha despertado en todo un pueblo la inquietud por su historia. El primer libro del historiador y antropólogo David Cuño (San Vicente de Alcántara, 1992), ‘San Vicente de Alcántara, llena de cultura’, repasa toda la historia de esta localidad transfronteriza, capital del corcho, para justificar las costumbres culturales actuales. Entre ellas, y con mención especial, la celebración del Corpus Christi, a cuya asociación irá destinada la recaudación de la venta de ejemplares.
– ¿Por qué San Vicente de Alcántara debía tener un libro sobre su historia y su cultura?
– La idea surgió hace unos años, cuando hice el trabajo de fin de master de Antropología Social y Cultural sobre el Corpus de San Vicente. Tuve que entrevistar a distintos representantes, a quienes organizaron la fiesta en el pueblo, al cura, al alcalde, etc. Y de Andrés [Hernáiz] surgió la idea de que se podía hacer una recopilación de lo que era el Corpus, pero se quedaba un poco corta. Decidimos repasar la idea y surgió incluir algo de la historia del pueblo, de la cultura, todo lo que gira entorno al corcho, porque el corcho es algo cotidiano alrededor de la cultura de San Vicente. En definitiva, por iniciativa de Andrés, de tener un libro que contuviera todo lo que es la vida cultural del pueblo desde la Prehistoria, con el megalitismo del término de San Vicente, pasando por todas las etapas históricas y su importancia. Un poco un compendio de todas esas cosas.
– Es decir que, a grosso modo, nos cuenta la historia de San Vicente de Alcántara y nos da la respuesta al por qué tenemos estas costumbres culturales hoy en día.
– Sí, sí. El libro lo inicio con lo que es el entorno: la Sierra de San Pedro, la riqueza medioambiental de la zona, etc. De hecho, el primer capítulo está dedicado a San Vicente y su entorno, y el segundo a la historia y el patrimonio, empezando por la prehistoria con el megalitismo y los dólmenes mejor conservados de la zona, seguido de la época prerromana y la aparición de una estela celta, que se la llevé a un profesor de Epigrafía y nos la tradujo. También hablo de la etapa romana en San Vicente y de una zona en la que han aparecido numerosos restos, numerosas aras votivas y funerarias. Aquí es donde más me he parado, especialmente con el mosaico de Torre Albarragena que aunque pertenece al término municipal de Valencia de Alcántara, para San Vicente fue un boom. La finca está muy cerca del pueblo y en el 86, cuando se excavó, todo el mundo fue a visitarlo, así que decidí ponerme en contacto con uno de los arqueólogos que estuvo allí y me ha pasado también los resultados que se obtuvieron y representaciones geométricas. Luego hablo un poco de la Edad Media con la Orden de Alcántara, la repoblación de la zona con gente procedente de los pueblos leoneses y del norte de la península y los castillos de Piedrabuena y Mayorga, y del siglo XVIII, con la construcción de la Ermita de Santa Ana y la iglesia de San Vicente a partir de los bienes traídos del Conventual de San Benito tras la desamortización de Mendizábal. No paso por alto la independencia de San Vicente de Valencia en 1671. En el libro se puede encontrar la transcripción completa y una digitalización del bando municipal donde se concedía. Tampoco los oficios que había en el pueblo, como el de sombrerero y los 13.000 sombreros de fieltro para el ejército español, o la llegada de la industria del corcho y su evolución.
– En la historia de San Vicente supongo que también ha influido su localización, próxima a la Raya. ¿Está presente también en el libro?
– La Raya está presente en toda la etapa histórica de San Vicente. Por ejemplo, en la etapa histórica, el foco megalítico lo compartimos entre ambos lados de la Raya, y las guerras con Portugal siempre fueron constantes convirtiendo la zona rayana siempre en zona de conflicto. O el tema del corcho: los ingleses siempre abrieron sus primeras fábricas en Portugal, primero en la zona de Oporto por su relación con el vino y luego fueron bajado hasta el sur de la península y fueron entrando en Extremadura. De hecho, la fábrica Robinson tiene gran importancia en Portalegre por el museo y por la Fundación, y gracias a la Fundación he obtenido mucha información de lo que fue George Robinson en el corcho, en Portugal y en San Vicente.
– Es un libro extenso. ¿Cuánto tiempo ha llevado este proyecto?
– En serio empezamos en el mes de noviembre. Yo tenía mucha información recopilada y el trabajo del Corpus fue un trabajo antropológico previo, entonces ha sido un poco ir atando cabos y dándole forma a lo que ha sido el libro. Desde noviembre hasta el mes de marzo o abril, que se llevó a la imprenta.
– Todo el dinero que se recaude con la venta del libro irá a parar a la Asociación Amigos del Corpus.
– Es un libro que ha financiado la Diputación de Badajoz con la colaboración del Ayuntamiento de San Vicente de Alcántara, y la recaudación tiene que ir destinada a fines benéficos. Todo va dirigido a la Asociación Amigos del Corpus. El libro se puede comprar en el Ayuntamiento, en el Centro de Asociaciones, en el Museo del Corcho y en otras tiendas de la localidad que se han ofrecido voluntariamente a distribuirlo.
– Hablando de usted, ¿cómo surgió esa inquietud por la Historia del Arte y por la humanidad?
– Siempre he sido un curioso de la historia y, sobre todo, de la historia del pueblo. Yo era el típico que cuando iba a las excursiones culturales del colegio siempre estaba pendiente cuando, siempre me ha gustado mucho la historia en sí. En Bachillerato ya tuve la opción de matricularme en Historia del Arte y ahí fue un poco donde vi que era realmente lo que me gustaba, así que elegí la carrera de Historia del Arte y Patrimonio Histórico-Artístico para después especializarme en Antropología Social y Cultural.
– Entonces, entiendo que muchísima satisfacción tras este logro.
– La verdad es que sí. Siempre he leído los libros dedicados a San Vicente de Alcántara y me preguntaba, por qué no puedo yo escribir uno de ellos. Y ahora que lo he conseguido me digo que he conseguido el objetivo que me planté hace años. Además, con las felicitaciones de la gente, muy orgulloso también.
– ¿Eso quiere decir que el segundo viene de camino?
– (Ríe) Ya me han dado ideas, sobre todo Gabriel Mayoral, el que fuese alcalde de San Vicente, que me propuso escribir otro sobre los inicios del corcho, sus primeros usos en tiempos remotos hasta cómo está el sector en Extremadura y en San Vicente ahora mismo. Bueno… no descarto meterme en ese tema (ríe). De momento estoy centrado en este libro y en darle la mayor difusión posible, y que repercuta en la fiesta del Corpus Christi con la recaudación.