Por Esmeralda Torres
25 May 2018
Si se tiene en cuenta la definición de patrimonio -“conjunto de bienes acumulados a lo largo de los siglos”, según la RAE- sería impensable relacionarlo con el concepto contemporáneo y nacionalista de frontera. De ahí que muchos monumentos acampen a sus anchas por dos países o, incluso, necesiten de la cultura del otro para entenderlos. Y de ahí que las Jornadas de Patrimonio Europeo apuesten por las actividades transfronterizas y la puesta en valor de la cultura rayana.
Establecer paralelismos entre el patrimonio portugués y el extremeño es absolutamente necesario para comprender los vestigios patrimoniales. “Compartimos frontera”, recuerda la coordinadora de las Jornadas Europeas de Patrimonio 2018 en Extremadura, Nuria Franco. “Está bien conocer lo que hay al otro lado de la frontera, no solo para mejorar la conservación del patrimonio y la protección del mismo, sino también por contribuir a su difusión”, explica. Es por ello que este programa, apoyado por primera vez por la Dirección de Acción Exterior de la Junta de Extremadura, incluye nueve actividades transfronterizas.
Estas actividades pretenden dar a conocer el patrimonio menos accesible, “o el que menos se da a conocer entre el público general”, replica Franco. Para ello, la consejería de Cultura establece colaboraciones con entidades menores, que organizan rutas, visitas guiadas y actividades didácticas que ponen en valor estos bienes. En esta edición, deben girar en torno al patrimonio cultural. Además, deben cumplir una serie de requisitos: “que sean originales, que impliquen a la población juvenil y a grupos en riesgo de exclusión social o con alguna discapacidad”, enumera, entre otros, la coordinadora.
Un periplo por la Raya
Las nueve actividades transfronterizas, de las 66 que se han programado para 2018 en la región, emprenden un viaje desde Alcántara a Olivenza para poner en valor el patrimonio cultural menos conocido y accesible de la Raya.
La primera de ellas tuvo lugar el pasado sábado en Alcántara, con los puentes romanos del Tajo Internacional como protagonistas. Y la siguiente tendrá lugar el 16 de junio en Marvão, con actividades en torno a las jóvenes aportaciones al patrimonio cultural. Santiago de Alcántara será la siguiente cita que marque en la agenda, el 14 de julio, con un evento alrededor de la recuperación de recetas de dulces tradicionales.
Aún sin fecha cerrada, una ruta transfronteriza llamada Ibn Marwan llevará a cabo visitas guiadas por Marvão y Badajoz en busca de la huella andalusí en el suroeste de la Península Ibérica. También en la capital pacense se celebrará una jornada de accesibilidad universal al patrimonio cultural.
Por su parte, Mérida acogerá una de las propuestas más destacadas, un curso transfronterizo sobre la lucha contra el expolio y el tráfico ilícito de bienes culturales en la Raya hispano-lusa.
El periplo por el sur más rayano recorrerá Olivenza para dar a conocer un retablo extremeño y alentejano y Valencia del Ventoso, que acogerá la jornada ‘Entre el Bodión y el Ardila’. A él se sumará Zafra, con un encuentro de arqueólogos del suroeste peninsular y Fuentes de León, para analizar también las jóvenes aportaciones al patrimonio cultural. Y, además, La Codosera, que argumentará por qué la Raya es un patrimonio único.
A pesar de la lejanía, Plasencia también será escenario transfronterizo. La capital del norte cacereño acogerá una jornada sobre la azulejaría del siglo XVI en España y Portugal, dando a demostrar que, a pesar de que algunas poblaciones sumen más kilómetros de la frontera, Extremadura es una región patrimonial e íntegramente rayana.
