Inicio / Cultura / El despertar del Domingo gordo
Por Esmeralda Torres
05 February 2018
La historia de Cedillo cuenta que el domingo de carnaval había que tomar buche para comer. Era una tradición que imponía cuándo comer el primero de la matanza que se había hecho en esa casa ese año. Y ante la desaparición de las matanzas, para que esta costumbre no se pierda también, el grupo folclórico pone la mesa: es el domingo gordo de Cedillo.
“Los tiempos evolucionan, pues tendrán que evolucionar también las costumbres”, asevera el alcalde de Cedillo, Antonio González Riscado. Bajo esta premisa comenzó a celebrarse con nuevos aires una de las fiestas más populares de esta localidad cacereña, el domingo gordo. “Ahora no recuerdo si hace ya cuatro o cinco años”, duda Guillermina Granadero, portavoz del grupo folclórico El Despertar, organizador de la fiesta. De lo que no se olvida es de la intención de la misma: “es una manera de obligar a la gente a que sigamos la tradición que teníamos de toda la vida”.
El pabellón polideportivo de la localidad es el punto de encuentro. Allí, desde hace días ya, la asociación prepara lo que se convertirá en un restaurante para unas 200 personas. El menú es cerrado. “Con el caldo del buche se hace el arroz, que es el primero. Luego las coles”, cuenta la portavoz. “Y después el buche”, dice mientras explica que este plato consiste en rellenar una parte del estómago del cerdo con todo tipo de muestras. Pero aún hay más, el postre. “Una tiselá, un dulce parecido al flan de huevo que parece ser que viene de Portugal, porque allí también lo hay”, añade Guillermina.
Folclore por la tarde
“La fiesta empieza con la comida”, asegura la de El Despertar. Pero se prolonga hasta la madrugada. Con la colaboración del Ayuntamiento de Cedillo, el grupo folclórico organiza un matiné nada más terminar la comida. Aún con la mesa puesta con chocolate y dulces, “ponemos música y cantamos las canciones típicas que todos nos sabemos, que son los corros portugueses”, declara Guillermina. Y es que, al limitar con Portugal por varios puntos cardinales, en este municipio “tenemos mucha influencia de los portugueses”, como reconoce su alcalde.
No hay que pagar entrada para asistir pero sí cumplir un requisito para entrar, ir ataviado con el traje tradicional de Cedillo. “Decimos de carnaval pero es nuestra ropa de folklore. Y si no hiciéramos esto pues nadie se vestiría”, cree la mujer. Sea así o no, de lo que no cabe duda es de que Cedillo mantiene viva sus tradiciones. Y en gran parte, es gracias a el despertar de su domingo gordo.