Por Esmeralda Torres
03 April 2019
Sin temor a las uniones ni a lo moderno, y con la propuesta “más sincera”. Ésta es la carta de presentación del próximo Festival de Flamenco y Fado de Badajoz, que vuelve a estrechar lazos entre Extremadura y Portugal para convertir en una experiencia la fusión de dos Patrimonios Inmateriales de la Humanidad. Ésta vez a sugerencia de otra mezcla: con los posos de potentes artistas consagrados batidos por la inquietud de las mejores promesas que avalan el futuro de ambos cantes.
Artistas de renombre junto a jóvenes flamencos y fadistas en estrenos absolutos y producciones propias, y en espectáculos que fusionan diferentes estilos musicales. Estas son las pautas que integra “un festival de verdad”, tal y como define el director gerente del teatro López de Ayala, Miguel Ángel Jaraíz. Un año más - y ya van 12 -, Badajoz acoge una combinación del mejor flamenco y el mejor fado para vestir de gala la Raya. Será del 1 al 6 de julio y volverán a repetir el Auditorio Ricardo Carapeto y la terraza del teatro López de Ayala como escenarios principales; éste último con mayor protagonismo. Será a ese tablao al que se suban Fuensanta Blanco y Andrés Malpica con una de las apuestas del festival, ‘Con acento extremeño’. “Sé que el nombre es un poco básico”, afirma la bailaora emeritense al mismo tiempo que desvela un as bajo su manga. “Siempre hemos creído que Extremadura es básica, que no salimos del campo y de las cabras”, lamenta en tono reivindicativo. “Y este espectáculo viene a resaltar el nivel en el que está ahora mismo el baile en Extremadura”.
Tanto Blanco como Malpica presumen de una importante y amplia formación en el mundo de la danza. En palabras de Jaraíz, viven por y para el flamenco, “y eso se nota”. De ahí que prometan que este estreno absoluto incorporará diferentes y variopintos estilos en una obra que pecará de vanguardista. “No queremos mostrar el típico flamenco de tablao que estamos acostumbrados a ver. Pretendemos que sea diferente y que tenga calidad”, resalta la bailaora.
Unos aires innovadores que también aportará la figura del fadista portugués Gaspar Varela. Nieto de la desaparecida Celeste Rodrigues y sobrino de la mítica Amalia Rodrigues, aprendió a tocar la guitarra portuguesa para poder acompañarlas en sus conciertos. Y se ha propuesto llevar el fado más castizo a nuevos públicos y lugares. Un objetivo que comparte con el mismísimo Museo del Fado de Lisboa por aquello de promocionar, divulgar, exponer y documentar este arte junto a la guitarra portuguesa. Misión que le ha llevado a apadrinar el Festival de Flamenco y Fado a través de un convenio de colaboración que permite enriquecer aún más (si cabe) la cita estival.
La vuelta de Celia Romero
“Fue una experiencia muy grande y muy bonita”, define en tiempo pasado. “Y la voy a repetir”, añade en presente. Son declaraciones de la cantaora Celia Romero, otro de los nombres más aclamados del cartel de 2019. La que ganase la Lámpara Minera en el Festival Internacional de Cante de las Minas con solo 17 años vuelve al escenario del Festival de Flamenco y Fado con una inquietante producción junto al pianista Andrés Barrios, Premio Filón Minero 2018. “Vamos a unir nuestros caminos”, explica Romero. “Vamos a hacer cantes de aquí, de Badajoz, extremeños, con un poquito por soleá para recordar las raíces gitanas. Y por la parte de Andrés vamos a tocar boleros y un poquito de tango argentino”, adelanta.
Tampoco suma muchas primaveras en su carnet de identidad el portugués Marco Rodrigues. Ni falta le han hecho para conseguir una nominación a los Grammy Latinos a su corta edad. Considerado como uno de los mejores fadistas de la última generación presentará su último trabajo, Quando o Fado Pasa, un disco que se caracteriza por indagar en las ramificaciones de este arte y la diversidad de voces que se esconde en la tradición fadista. Y también en esta línea de un fado alternativo e innovador llegará la propuesta de Fado Violado, el grupo integrado por Ana Pinhal y Francisco Almeida y el que hará sonar el fado bajo los acordes de la guitarra española.
Los 30 años de Dulce Pontes
El cartel de 2019 avala la continuidad del fado y el flamenco. “Quiere transmitirle a la sociedad que se garantiza el futuro de ambos ritmos”, como dicta el alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso. Pero para que exista un futuro siempre tiene que darse un presente, incluso un pasado. De ahí que no falten a la cita nombres consagrados, como el de la reconocida fadista Dulce Pontes. La portuguesa ha elegido el Festival de Flamenco y Fado para celebrar sus tres décadas sobre los escenarios, una efeméride que conmemorará en un concierto junto a la Orquesta de Extremadura. “Incluirá canciones de su último trabajo discográfico, Peregrinação, un disco grabado en castellano y en portugués en el que no solo pone la voz sino que también toca el piano y varias percusiones”, subraya el gerente del López. “Creo que este concierto va a ser una auténtica experiencia”.
José Mercé y Tomatito serán otros de los nombres que aporten solera a la próxima edición. Bajo el título ‘De verdad’ ofrecerán “una lección magistral de flamenco”, según Jaraíz: una reivindicación de puro flamenco como música y como cultura para elevarlo a la categoría que se merece.
Un cartel que, como asevera Miriam García Cabezas, Secretaria General de Cultura, “viene a romper un poco más esa Raya, esa frontera tan desdibujada que ya tenemos entre Extremadura y Portugal y a hacer de la música ese vehículo de diálogo”. Y a trabajar en y por esa identidad rayana, la que se modela al ritmo del flamenco y el fado cada mes de julio en Badajoz.
