Por Esmeralda Torres
05 December 2019
Este viernes, 6 de diciembre, se cumplen 41 años de aquella mítica elección donde se preguntó a los españoles aquel contundente “¿Aprueba el Proyecto de Constitución?”. Un referéndum que ponía fin a la Transición Española, durante la que se sucedieron innumerables acontecimientos políticos que transformaron el régimen dictatorial en un Estado social y democrático de derecho. Y que mucho tenía que ver con lo que vivía Portugal por aquellos entonces.
Ambas fechas marcan el fin de una dictadura y el comienzo de una etapa de libertad, pero estos países vecinos no marcaron esta transición del mismo modo. En España, el fin del régimen llegó con la muerte del general Francisco Franco, quien unos cuarenta años se había proclamado ganador de la Guerra Civil (1936-1939) imponiendo un sistema dictatorial en el Estado español. Tras su defunción tuvo lugar una Transición que duró algo más de tres años, y a la que le puso punto y final un referéndum sobre la Constitución, aprobada por un alto porcentaje de españoles y el rey Juan Carlos I, lo que supuso un nuevo sistema de Gobierno basado en la monarquía.
Sin embargo, el punto final del régimen autoritario de Salazar vino marcado por la sublevación del pueblo portugués. Tras 48 años de una dictadura que convivió con un sistema republicano a voluntad del dictador, la guerra colonial y los problemas socioeconómicos que enfrentaba el país llevó al descontento de gran parte de la población, provocando que dentro del ejército luso se formase un movimiento clandestino llamado Movimiento de las Fuerzas Armadas. Éste contó con el apoyo del pueblo para conseguir, mediante una revolución pacífica, la dimisión del Gobierno. Fue el 25 de abril de 1974 cuando una mujer llamada Celeste paseaba con un ramo de claveles rojos por la calle, repartiéndolos para conmemorar el primer aniversario de la cafetería lisboeta en la que trabajaba. Una fiesta que, en un primer momento se vio truncada por la invasión de soldados. Precisamente uno de ellos le pidió fuego a esta mujer, y como ésta no tenía le ofreció un clavel que colocó en la boca del arma, provocando que el resto de compañeros le imitase como fin a las revueltas. De ahí que el Día da Liberdade también se conmemore el de la Revolução dos cravos.
Tanto el 6 de diciembre como el 25 de abril se generaron cambios profundos en la sociedad. Y que pasaron a la historia uniendo estas fechas junto al significado de la palabra libertad.
