Por Esmeralda Torres
29 October 2020
Si algo tienen los vecinos de Carbajo es que son muy de lo suyo. De su forma de vivir y de entender la vida, de sus tradiciones. De ahí que no entiendan un magusto sin música, y de ahí que hayan reinventando su festival para no pasar por alto su día. Su propuesta: un concierto online, desde la sierra de Carbajo y hasta el sofá de su casa, para no perder las buenas costumbres.
Dieciséis ediciones se cuentan pronto pero pueden pasar por alto el esfuerzo de un grupo de jóvenes que un día, tras su vuelta de un festival en Galicia, pensaron que algo similar podía celebrarse en su pueblo. Les dio igual que no contasen más de 150 vecinos: confiaron y lo consiguieron. Así nació ‘El Magusto’, un festival de música celta-folk que, ante la situación sanitaria desatada por la pandemia del Covid-19, ha decidido reinventarse y seguir ofreciendo música a sus seguidores de una forma segura. “La diecisiete cuenta como sea”, asegura Felipe Barata, presidente de la asociación cultural que la organiza. “Hemos preparado un conjunto de actividades que nos hará seguir soñando con el próximo año, que, si dios quiere, será de forma presencial”.
Los ojos de Barata están llenos de ilusión. El joven de Carbajo se pasea por la dehesa junto a Laura Corchado, otra compañera de la asociación cultural, buscando el mejor escenario para la próxima edición de 'El Magusto'. Ésta vez la escena móvil que año tras año se instala en el pabellón polideportivo del pueblo se traslada al campo para garantizar todas las medidas sanitarias que exige la situación actual. “Aquí hay un buen espacio, y lo mejor es que está llano”. La ubicación del público será el sofá de su casa. “Ni la gente del pueblo ni el ayuntamiento, nadie quería hacer nada por miedo al Covid: a que hubiese algún problema, a que viniera gente de fuera, etc. Y explorando posibilidades, se nos abrió la de grabar un concierto en nuestro entorno natural para emitirlo el mismo día del festival”, cuenta Corchado, quien agradece el apoyo de las instituciones que lo harán posible. La chica desvela que se trata de un concierto sin público y al aire libre, que será retransmitido por Mundo Rural TV y los perfiles en redes sociales del festival. “Así, de alguna manera, la gente que viene todos los años podrá disfrutar de un pequeño evento online”, que será retransmitido gracias al patrocinio del programa Interreg, a través de la marca Taejo Internacional, y la Junta de Extremadura.
La música de Acetre
Tal y como marca la tradición, el mejor aliciente de 'El Magusto' es su cartel. Cuando le preguntan quién protagonizará esta decimoséptima edición, la sonrisa se dibuja en la cara de estos dos carbajentos. Acetre, revelan. “Acetre es un grupo emblemático de la región, y como lo que buscábamos es hacerlo en un entorno rural y siempre apostando por nuestras tradiciones, su música pega tanto con esta filosofía como con el paisaje”.
La banda de Olivenza es considerada un acierto por la organización, y no es para menos. Este grupo, que toma su nombre de la designación de una pequeña vajilla tradicional, comenzó su trayectoria en 1976 con el fin de aunar la cultura lusa y la extremeña a través de la música. Para ello decidió fusionar perantonis, arvolás, pindongos, verde-gaios, fados y corridinhos originando un eclecticismo muy vinculado al entorno rural.
Un mercado de artesanía virtual
La programación de 'El Magusto' siempre ha estado muy vinculada al compromiso de la asociación con el medio ambiente. De ahí, que sea habitual encontrar entre sus actividades rutas senderistas, talleres y conferencias que pongan en valor el entorno natural. “Hace años que venimos apostando por dar a conocer nuestra naturaleza. Estamos en una zona privilegiada, en mitad de la Reserva de la Biosfera Tajo Internacional”, recuerda Barata. Y de ahí que no descarten incluir alguna conferencia virtual que ponga en valor el territorio por sus cualidades medioambientales.
“Y además, también estamos organizando un festival de artesanía en redes, online”, apunta Corchado. “Hay muchísimos artesanos que lo están pasando mal porque han suspendidos los festivales y hemos decidido hacer unos vídeos para que den a conocer lo que están haciendo”, continúa. “Así, nuestros seguidores podrán ponerse en contacto con ellos y ojalá puedan tener algunas ventas, aunque sean virtuales”, añade cargada de vitalidad. La misma vitalidad que caracteriza a esta cita cultural y sus ganas por seguir apostando por un festival para el abuelo y el niño desde el pueblo.
