Inicio / Diálogos / “La mujer rural es el alma de los pueblos”
Por Esmeralda Torres
19 February 2020
Con una agenda imposible tras una recién investidura del partido al que representa, consigue asistir a la celebración del Día de Extremadura en la Feria de Turismo de Madrid. Lo hace con el carisma y la simpatía que le personalizan, atendiendo a todos aquellos que demandan su atención. toma asiento y, por un instante, se levanta de nuevo para tomarse una fotografía con sus paisanos y es que a Yolanda García Seco (Cáceres, 1970) no se le olvida que, además de Delegada del Gobierno en Extremadura, es mujer rural, valenciana y rayana.
- La Raya llega a Fitur. ¿Cómo lo hace? ¿Cree que se promociona bien?
- Hay mucha oferta, y por ello es complicado hacerse un huequito en Fitur. La oferta turística mundial es tan variada que en algunos momentos te puede sobrepasar, pero el stand de Extremadura es una maravilla. Es de los más bonitos que hay entre todas las comunidades autónomas, es un atractivo y en algunos puntos tiene cosas de las que nosotros, los rayanos, nos podemos sentir tremendamente orgullosos. Tiene un sitio donde se puede ver como se disfruta de nuestro cielo estrellado, que en Valencia de Alcántara también lo tenemos y en muchos otros puntos de la Raya, como en Fregenal de la Sierra. De hecho, la iniciativa que ha sido hoy premiada en el Día de Extremadura, es una iniciativa de cielos estrellados y de poca contaminación lumínica. Se puede disfrutar también del turismo de agua. En la Raya tenemos los dos grandes ríos que recorren el territorio extremeño, y que nos dan sitios maravillosos para disfrutar. Y un turismo gastronómico de norte a sur, y un turismo arqueológico y patrimonial con maravillosas visitas a los conjunto históricos artísticos que hay… Yo creo que este stand, con sus imágenes, sus vídeos, con su sala de presentaciones, es muy característico de lo que es nuestra Raya. De lo que es Extremadura, pero nosotros, los rayanos, podemos presumir de cualquiera de esos puntos. Yo creo que es un éxito que cada vez tengamos más turistas, que afortunadamente vamos a llegar pronto a los dos millones ,y lo que tenemos que hacer es no bajarnos de ese tren, de ese empuje que está dando el turismo extremeño. Porque tiene que ser el motor de desarrollo de nuestros pueblos, que desgraciadamente están sufriendo de una forma muy grave, muy contundente, la despoblación, y aplicar esa estrategia al reto demográfico en Extremadura y en nuestra comarca rayana, a ambos lados de la Raya. Es fundamental. Yo creo que es una oportunidad, da gusto hablar con los expositores, profesionales, instituciones que vienen a dar lo mejor de sí mismos.
- Si por un momento Yolanda dejase su cartera de Delegada del Gobierno en Extremadura y se convirtiese en promotora turística, ¿qué contaría de Valencia de Alcántara?
- Valencia de Alcántara es un poco una mini Extremadura. En Valencia de Alcántara lo tenemos todo. Tenemos un patrimonio natural que puede ser comparable a un patrimonio protegido desde el punto de vista ambiental de los mejores de España: nuestro Taejo Internacional, nuestras dehesas… Yo, que tengo una especial sensibilidad por el mundo agrario y el mundo rural, me parece que tenemos unas dehesas preciosas, de esas que son un poco más húmedas y donde hay unos alcornocales espectaculares, que se pueden visitar. Y luego tenemos paisaje de montaña, más símil al del norte de Cáceres. Un paisaje en toda nuestra zona fronteriza repleto de sierra que nos da la posibilidad de disfrutar de esa montaña maravillosa y de esa agricultura de montaña que yo creo que habría que potenciar, como son el cultivo del castaño, de la cereza, el roble, la cría de nuestras cabras… Todo eso es una maravilla. Nuestros ecosistemas son maravillosos y eso pasa en Valencia de Alcántara y no en tantos sitios. Tenemos nuestras dehesas, zonas de montaña y el Taejo Inernacional, que es una maravilla con especies protegidas únicas en toda la Península y, por tanto, singulares. Y el turismo relacionado con el patrimonio arqueológico, con las rutas de los dólmenes; patrimonio cultural, con nuestro casco histórico, que también es único y que permite pasear en silencio por uno de los cascos históricos más bonitos de Extremadura; nuestro patrimonio religioso, con nuestras iglesias; y turismo gastronómico, con una gastronomía fantástica. ¡Qué vamos a decir los que somos de Valencia! (ríe) Nos encanta nuestra chacina y los quesos, que yo creo que teníamos que darle aún más protagonismo del que tiene. Creo que los quesos de Valencia de Alcántara y la comarca son probablemente de los mejores sabores de Extremadura y del mundo. Y las carnes, los productos del cerdo ibérico y sus derivados… La gastronomía más tradicional, que la gente está deseando volver a ellas: el buche, la patatera, la farinhera, etc. Esos embutidos que no se comen en ningún sitio, y nuestras huertas de verano, esa agricultura ecológica que no se come en cualquier sitio. A mí se me llena la boca hablando de Valencia, te podría decir cuarenta mil cosas más que me gustan.
- Le iba a preguntar justo por el turismo de naturaleza y se me ha adelantado. Por su formación académica, ¿cómo es Extremadura a nivel turístico si hablamos de medio ambiente?
- Es impresionante. En Extremadura tenemos un turismo de naturaleza que es muy fácil de consumir. El 33% o una de cada tres hectáreas en Extremadura está protegida por sus valores ambientales, y Valencia de Alcántara y su comarca son protagonistas natas de eso. Es decir, son reservas de la biosfera, y eso es un atractivo para mucha gente que está empezando a volver a ver en la ecología y en el contacto con la naturaleza una forma de disfrutar de su ocio y de su tiempo libre: pasear, hacer rutas, observar aves que están en peligro de extinción y son complicadas que ver, observar la berrea, buscar setas, etc. Todo eso son cosas que se pueden hacer en Valencia de Alcántara. Por supuesto, también, navegar por el Tajo y disfrutar del silencio. Y luego lo que hablábamos antes, el turismo astronómico es también una gran oportunidad para Valencia de Alcántara, que también es naturaleza. Al fin y al cabo, el cielo también forma parte de ella.
- Hace solo un instante hacíamos alusión al tema de la despoblación que también nos está afectando. Valencia de Alcántara también la ha vivido, quizá especialmente a raíz del cierre de la frontera.
- A mí me da mucha tristeza pensar que nuestro pueblo no tiene el empuje que tuvo en aquellos años. Desgraciadamente no es solo una cuestión de Valencia de Alcántara, aunque Valencia de Alcántara lo está sufriendo especialmente. Es una cuestión que se está dando en toda la Raya y en todas las zonas rurales. Extremadura se mantuvo en sus municipios durante muchos más años que otras comunidades autónomas, y aunque a nosotros nos duela lo nuestro enormemente, es un problema demasiado común. Hay comunidades autónomas que tienen muchos pueblos abandonados y en Extremadura hasta ahora no los ha habido, pero hay que trabajar por recuperar los pueblos, porque sin personas no hay patrimonio natural. Es decir, es necesario que haya vida para que se conserven los ecosistemas, y esa necesidad la tenemos que empujar. Tenemos que atraer a la gente y no solo en turismo. Hablo de una forma de atracción residencial que puede ir desde atraer a personas mayores que quieran pasar su jubilación felizmente en nuestra tierra, o incluso de otros países, que están deseando disfrutar de nuestro clima, hasta atraer también a gente a través de una oferta de unas buenas redes de telecomunicaciones para que puedan trabajar en remoto. Hoy no es necesario tragarse una hora de atasco para llegar a la oficina, en muchos oficios se puede trabajar desde casa. Se puede hacer pero hay que trabajarlo, hay que enseñarle a lo jóvenes y a los niños desde pequeños el valor de a naturaleza, y cuando aprendan a amarla, querrán disfrutarla.
- ¿Llega la Raya y los problemas de la Raya a Madrid?
- Cuando son problemas comunes, llegan. Ahora mismo el Gobierno de España ha hecho una vicepresidencia en la que se va a hablar de los dos temas que más nos importan a nosotros, la transición ecológica, el cómo nuestra transición energética debe ser justa y compatible con un medio ambiente sostenible, y el tema del reto demográfico. Son dos temas fundamentales junto al empleo. Tratamos que haya planes de empleo específicos para estas comarcas que tan difíciles lo tiene. Ya ha anunciado la diputación que va a pelear por tener una oficina de despoblamiento en Valencia de Alcántara, y yo espero que sea una realidad, pero que no solo las instituciones puedan hacer cosas. Eso es una tarea de muchas manos. Nosotros llevamos nuestra voz. Yo no solo soy la delegada del Gobierno en Extremadura, sino que trato también de que la voz llegue a las oficinas en las que se deciden las cosas. Hay que ser comprensivos, entender que no es fácil, pero nunca nos ha sido fácil las cosas a los extremeños. Hay que seguir trabajando por ello.
- Cuando mira atrás, a toda su trayectoria, ¿cómo ve el camino recorrido?
- Yo soy una amante de Valencia de Alcántara y de Extremadura, y tengo mucha vocación de servicio público. Llegar hasta aquí, a ser delegada de un Gobierno que creo que va a hacer muchas cosas por Extremadura y que lo está demostrando representando esa forma de servicio público, para mí es un orgullo. Haber conseguido estudiar en mi tierra, quedarme en mi tierra y darle un poquito de mi formación y de mi tiempo al bien de lo mismo, para mí es una satisfacción. Me siento totalmente vinculada a Extremadura, es mi origen y mi destino. Siempre he querido transmitirle eso a mis hijos y a veces no es fácil, por eso es muy importante trabajar con los jóvenes. Yo nací en un pueblo, en una familia humilde. Me costó estudiar, en mi familia nunca antes había estudiado carrera hasta que llegó mi generación, y nos podemos sentir orgullosos de que hoy podamos estudiar, darle un poquito de lo aprendido a nuestra tierra, y espero hacerlo bien para que esa confianza que se ha depositado en mí no se vea frustrada.
- Quizá uno de los sectores que más peligra en el entorno rural es la mujer. Usted, que es mujer y ha conseguido llegar a donde ha llegado, ¿cómo ve a la mujer rayana?
- La mujer rural es el alma de los pueblos. En Valencia de Alcántara, en Cedillo, en Salorino, en San Vicente, en Fregenal y en cualquier otro pueblo rayano. Tienes que ver quién hace las actividades culturales, quién organiza los temas folklóricos, gastronómicos, quién prepara a los niños para que conozcan sus tradiciones, etc. Las mujeres tienen una vitalidad en los pueblos que hasta bien mayores, cuando empiezan a pertenecer a las asociaciones, siguen sosteniendo esas tradiciones y esa cultura, y por tanto, ellas son las protagonistas. Yo no quiero protagonismo a los hombres, que también son necesarios y con los que debemos trabajar en la misma dirección, pero verdaderamente, yo que visito muchos pueblos, me doy cuenta de que las mujeres son el motor de la vida de los pueblos. Sin ellas, sin ese empuje, ya hubieran cerrado seguramente que mucho de ellos. Lo que hay que hacer es escucharlas, hacerle la vida cada vez más fácil, mejorar los servicios para que se quieran quedar y tener hijos, mejorar la forma que tienen para cuidar a sus mayores, etc. Yo creo que en Extremadura, aunque muchas veces nos fustigamos con cosas que se pueden hacer mejor, hemos hechos muchas cosas muy bien. Y nuestros pueblos, por muy pequeños que sean, casi todos tienen una residencia de mayores, asistencia a los domicilios, a los menores, una red asistencial que la sostienen principalmente las mujeres y que ha permitido que se quede la mujer en los pueblos.
EN UN MINUTO:
- Un paisaje cultural: los dólmenes.
- Un paisaje natural: el Tajo.
- Un sabor: el queso de cabra de Valencia de Alcántara.
- Un color: el rojo.
- Un libro: ‘Cielos de barro’, de Dulce Chacón.
- Una canción: ‘Del tiempo perdido’, de Robe Iniesta.
- Un viaje: a cualquier país de África.