Inicio / Especiales / El aislamiento sanitario en los pueblos
Por María Guadalupe Rodríguez, representante de Afesval
17 April 2019
En junio de 2015, Santi se encontraba mal y estaba solo en casa por lo que decidió acudir corriendo a urgencias ya que está a 25 metros de su casa. Cuando llegó al Centro de Salud de la localidad, de Valencia de Alcántara, se encontraba cerrado. “La ambulancia había salido a un aviso con todo el personal, dejando el servicio de urgencias totalmente desatendido. Cuando la ambulancia llegó se lo encontraron allí, sin poder hacer ya nada por él”, explica la familia de Santi en una entrevista concedida a la Asociación para el Fomento Económico y Social de Valencia de Alcántara (AFESVAL). La familia, el Centro de Salud y el Ayuntamiento pidieron explicaciones al Servicio Extremeño de Salud (SES) de lo ocurrido y su respuesta fue que lo sentían mucho y que estudiarían el caso. Casi cuatro años después siguen esperando una solución.
El pasado año, el Vicepresidente de la Asociación para el Fomento Económico y Social de Valencia de Alcántara (AFESVAL), José Manuel de la Piedad, se reunió con el Director Gerente del SES, Ceciliano Franco Rubio, en Mérida para reivindicar la implantación de un CAR tras recoger más de 2000 firmas por los nueve municipios de la comarca.
Ceciliano Franco Rubio afirmó que la protesta era totalmente legítima y, además, la instalación de un Centro de Alta Resolución (CAR) no requiere un gran coste ya que son aprovechables las instalaciones existentes. Lo imprescindible es la voluntad política.
El CAR está orientado al usuario y a los resultados. Su objetivo es que las pruebas, los tratamientos y las exploraciones necesarias se hagan en un único plazo y con la mayor brevedad posible. La implantación de un CAR supone mayor rapidez en el diagnóstico y en el tratamiento, mejor accesibilidad de especialistas y disminución de tiempo de espera.
A partir de las diez de la noche solo hay un médico para todo el término municipal de Valencia de Alcántara, uno de los más extensos de Extremadura, por lo que si hay una urgencia y, además, necesita desplazamiento en el caso de que fuera en alguna pedanía, el ambulatorio se queda vacío. La consulta que tiene sólo un médico y un enfermero deben salir los dos en la ambulancia y por tanto, cierra el centro de salud ya que ni si quiera hay celadores. Un empleado del servicio extremeño de salud en Valencia de Alcántara –que no quiere dar su nombre- asegura: “se debe reforzar el propio centro de salud para que haya un enfermero más o un celador por lo menos que puedan abrir el centro en caso de ausencia de estos y prestar primeros auxilios”.
Esto es a lo que se enfrentó Antonio Calleja Vas en diciembre del año pasado mientras recogía aceitunas con su familia. Antonio comenzó a sentir fuertes síntomas de lo que después sería un grave infarto. Cuando llegó al Centro de Salud únicamente se encontraba una celadora que pudo acompañarle hasta que regresara la ambulancia. Antonio Calleja advierte: “¿A quién agradecer una negligencia de este tipo? Al sistema sanitario tan deficiente y con tanta escasez de recursos humanos que actualmente sufrimos en algunos pueblos de Extremadura”.
Trujillo está a 47 kilómetros de la ciudad de Cáceres y dispone de un Centro de Alta Resolución mientras que el hospital de Cáceres está situado a 95 kilómetros de Valencia de Alcántara, el municipio más extenso de la Mancomunidad, y solo dispone de un Centro de Salud. El trabajador sanitario explica que “lo que queremos probar es solicitar un Centro de Alta Resolución (CAR) como tiene Trujillo o incluso un convenio de colaboración con el hospital de Portalegre. Está solamente a 36 km y mucho más cerca que el de Cáceres y el de Badajoz, tiene urgencias muy buenas y una UCI para atender complicaciones más severas”.
La escasez de medios y de profesionales no es el único problema. Jennifer Horder ha residido 15 años en San Pedro de los Majarretes (Valencia de Alcántara, Cáceres) y tras más de 40 años en España ha decidido volver a Reino Unido. ¿Su motivo? Estar a kilómetros y kilómetros de un hospital. Debido a su avanzada edad y a un linfedema primario crónico debe ir frecuentemente al hospital de Cáceres. Para ello, necesita trasladarse en ambulancia, la cual tarda dos horas en llegar al hospital. Holder cuenta: “la última vez fue horrible, debido a la enfermedad me mandaron a rehabilitación que solo se puede realizar en Cáceres y ésta sólo se podía hacer en sesiones de media hora; tenía que levantarme a las cinco de la mañana para poder estar lista a las siete que es la hora de llegada de la ambulancia”.