Dólmenes y barrio gótico, un paseo turístico por Valencia de Alcántara

Cuenta la historia que Valencia de Alcántara se marcó en el mapa desde que la infanta Isabel, primogénita de los Reyes Católicos, contrajese matrimonio con Manuel I ‘El Afortunado’, rey de Portugal, en 1497. Y la realidad, que un alto porcentaje de los turistas que llegan hasta esta localidad rayana lo hacen atraídos por este hito. La sorpresa está en todo lo que descubren una vez que recorren las históricas calles de Valencia de Alcántara.

Iglesia Santa María de Rocamador en Valencia de Alcántara. Foto: LUZ&RAIA.
“Hay mucha gente que viene y solo conoce Rocamador por la Boda Regia. Entonces, le contamos que es de Interés Histórico Artístico por sus cuadros y su arquitectura”, revela Gloria. Es una de las guías turísticas de Valencia de Alcántara que, a través de la Oficina de Turismo municipal, cada fin de semana muestra la historia del municipio a través de rutas guiadas totalmente gratuitas. “Los sábados visitamos los dólmenes y los domingos el barrio gótico”, cuenta la joven apuntando cuáles son los puntos turísticos más atractivos del pueblo.

Barrio Gótico-Judío de Valencia de Alcántara. Foto: LUZ&RAIA.
La visita del sábado comienza en torno a las 10:15 horas de la mañana. Los interesados se concentran en los alrededores de la Oficina de Turismo, situada en el Conventual de Santa Clara (Plaza Gregorio Bravo), desde donde sale una ruta senderista que recorrerá algunos de los dólmenes más importantes del conjunto megalítico que desde 1992 es Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica. “Visitamos el Zafra I, II, III y IV a través de la ruta Las Zafra, que recorre unos 4 km en unas tres horas aproximadamente”, explica Gloria. “Es una ruta muy bonita a nivel paisajístico, especialmente en primavera y otoño”.

Conventual Santa Clara en Valencia de Alcántara. Foto: LUZ&RAIA.

Un paseo por el corazón de Valencia

El domingo es el día del casco antiguo. A partir de las 11:00 horas arranca una visita en la misma Oficina de Turismo, aprovechando la historia del Conventual de las Monjas Clarisas y el Museo Etnográfico como aperitivo. “Después visitamos la Iglesia de la Encarnación. Les explicamos lo que es el retablo mayor, la estructura de la iglesia y su historia”, afirma la guía. 

Tras ello, el grupo, que suele ser reducido – “habitualmente contamos con cinco o siete personas, algo que es una ventaja porque permite hacerlo más personalizado”-,  se dirige a la Plaza de la Constitución. “Es la plaza del Ayuntamiento. Allí explicamos la historia de los consistorios, donde estaba el primer ayuntamiento y por qué se hizo el actual aquí”.

La ruta continúa hasta Rocamador, la iglesia principal de Valencia de Alcántara. Allí, los responsables de Turismo explican la historia que envuelve el edificio y el diseño de su arquitectura antes de adentrarse en su interior. “Dentro analizamos el retablo mayor, las capillas y lo más importante, el Cristo de Berruguete y el cuadro La Virgen y los Santos Juanes, de Luis de Morales”, dice. Gloria asegura que el turista no se espera descubrir ese tesoro cuando contempla la fachada de esta iglesia medieval. “Toda la gente se lo imagina de una manera bastante simple hasta que entran y exclaman, ¡guau!”, comenta chistosa.

Sinagoga de Valencia de Alcántara. Foto: LUZ&RAIA.

Tras hacer un alto para visitar el Castillo, del siglo XIII, y su Torre del Homenaje, el Barrio Gótico es la siguiente parada de esta ruta guiada. “Visitamos las calles típicas, estrechas y sinuosas y llegamos hasta la Sinagoga”, apunta la guía resaltando la importancia que le dan a la convivencia de las tres culturas -musulmana, judía y cristiana- en la localidad.

Justo en este remanso de lo que supuso el paso de los judíos por Valencia de Alcántara finaliza esta visita. Aquí el turista se despide de una localidad que desprende historia, arte y cultura en cada callejuela, anotándose en su cuaderno decenas de notas de lo que fue y calla. Y, lo más importante, con la sensación de haber descubierto uno de los tesoros de la Raya.