Por Esmeralda Torres
21 May 2019
La Antigüedad romana dejó suntuosos teatros de mármol, vestigios de templos soberbios y arcos victoriosos. Son huellas del estilo de vida que se gastaban los pudientes, pero por toda la Península Ibérica se extendían pueblos sin más gloria que la cotidianidad. Si se pone la lupa de Astérix en la Raya extremeño-alentejana aparecerá aumentado las ruinas de una de aquellas aldeas, Ammaia. Y si se hace del 31 de mayo al 1 de junio sorprenderá cómo el resurgir de la herencia romana de Marvão devuelve a su yacimiento arqueológico todo su esplendor.
Cuentan los historiadores que Ammaia se alzó con el título de civitas - ciudad - en el años 45 d.C. y que lo hizo durante el reinado del emperador Claudio. También, que llegó a convertirse en una de las ciudades más importantes del territorio por su conexión con Norba Caesarina (Cáceres), Emérita Augusta (Mérida) y Olissipo (Lisboa), y por su comercio de minerales y vidrio. De hecho, muchas piezas de este material vieron la luz siglos después, cuando en 1935 comenzaron las prospecciones arqueológicas y en 1994 tuvieron lugar las excavaciones oficiales, que descubrieron una ciudad que llegó a ocupar 25 hectáreas entre lo que hoy se conoce como São Salvador de Aramenha y Castelo de Vide, en pleno parque natural de São Mamede. Declarada Monumento Nacional en 1949, el yacimiento arqueológico de Ammaia cuenta cómo la ciudad fue una imponente urbe gracias a los abundantes productos agrícolas del lugar, especialmente el vino, los cereales y el aceite.
A pesar de que un museo romano muestra lápidas y dinteles tallados, joyas, monedas y otros objetos increíblemente bien conservados que demuestran la magnificencia del yacimiento arqueológico, Marvão honra su pasado romano devolviéndole a las ruinas todo su esplendor. Lo hace con el Ammaia Festum, el festival que durante un fin de semana invita a viajar en el tiempo a través de recreaciones históricas que van desde los campamentos de legionarios y la lucha de gladiadores hasta un mercado artesanal de reminiscencias romanas que abrirá sus puertas cada día a las 18:00 horas, según el reloj luso. Tampoco faltarán, tal y como pauta la cultura grecolatina, las artes escénicas con Ubi tu Gaius, ego Gaia, un espectáculo de teatro, danza, acrobacia y fuego que promete dejar boquiabiertos a todos los asistentes que se acerquen hasta el yacimiento viernes y sábados, a partir de las 21:30 horas (hora portuguesa).
Para la tercera edición de la cita, la Cámara Municipal de Marvão propone también un día dedicado al niño donde no faltarán las actividades dirigidas a los más jóvenes. Tampoco los juegos lúdicos y los talleres de experimentación que acerquen la cultura romana y su huella en el municipio a los más pequeños. Una iniciativa que pretende divulgar la herencia romana de Marvão además de estimular la economía local y potenciar el sector turístico. O, en otras palabras, devolviéndole al municipio actual la magnificencia de aquella urbe monumental.
