Inicio / Turismo / Caracoles y cangrejos, reclamos gastronómicos para pasar el fin de semana en Alandroal
Por Esmeralda Torres
03 July 2019
Alandroal sabe cómo vestir una buena mesa. Más allá de los fogones de María - especialmente conocidos por los extremeños que emprenden caravana los fines de semana para degustar comida tradicional alentejana -, celebra una de las citas gastronómicas más populares (y concurridas) del Alentejo: su Peixe do Rio do Alandroal. Pero ésta vez no será ese el festín por el que lugareños y foráneos se relaman, sino por su Fora da Casca, un festival que pretende hacer de los caracoles, caracoletas y cangrejos de río la experiencia gastronómica por la que visitar esta localidad alentejana.
Peixe do Rio nació hace una década, cuando Alandroal decidió que, más allá de su patrimonio en ruinas, sus productos autóctonos podían ser una buena excusa para recibir visitantes. Y tanto que podría. En estos diez años, este festival se ha consolidado como el evento principal del municipio, una fórmula que pretenden repetir con los caracoles, caracoletas y cangrejos de río.
Fue en 2018 cuando la Cámara Municipal de Alandroal tomó cartas en el asunto y organizó la primera entrega de Fora de Casca. Así bautizó al festival que, con un guiño cómico, vende lo mejor del río Guadiana. Lo hace desde su fortaleza, donde por segundo año consecutivo se instalarán tasquinhas en las que degustar estos productos cocinados y aliñados para la ocasión. En este 2019 no faltará a la cita el ocio y la animación con hinchables y animaciones musicales. Tampoco la concienciación, y es que dentro de la programación se encuentra la exposición O plastoceno - A era do plástico, una muestra que junto a la campaña Troca por troca pretende concienciar del peligro de este material en ríos y mares.
Una visita exprés
No cabe duda de que el castillo de Alandroal es la postal que todo viajero se lleva cuando visita esta localidad, situada a unos 16 kilómetros de la frontera. Su construcción se atribuye a Lorenzo Alfonso, maestre de la Orden de Avis y caballero de Don Dinis en el siglo XIII, aunque las influencias musulmanas están presentes como sello de su arquitecto, el artista árabe Galvo. Allí, según cuentan muchos historiadores, vivió la duquesa Beatriz de Lencastre, bisnieta de João II y viuda de Teodosio I de Bragança, y en él se casó, en junio de 1604 su hija Isabel con el marqués de Vila Real, Miguel Meneses.
Pero más allá de las historias de palacio, el foráneo que llegue a Alandroal no puede marcharse sin antes visitar los restos de su judería, las múltiples iglesias que ennoblecen con su porte la ciudad y su fuente renacentista de mármol, en la Praça da República, tal y como recomienda el historiador especializado en la Raya, Moisés Cayetano. Una vez en su camino de vuelta, podrá encontrarse con alguna señalización que revela que las encinas y alcornoques esconden la huella prehistórica del lugar.