Por Esmeralda Torres
13 July 2019
Los portugueses tardaron en aprovechar Alqueva como destino fluvial, pero cuando por fin lo hicieron fue a lo grande. Hace solo dos veranos que se inauguró una de las primeras playas del Gran Lago por el lado portugués, la de Mourão, y solo un año después ya ondeaba la bandera azul. Pero éste no es el único motivo por el que se perfila como uno de los destinos de agua de interior más punteros del país: sus instalaciones sorprenden a un viajero que se queda asombrado del partido que se le puede sacar a un pantano.
La playa fluvial de Mourão se localiza en el Parque de Merendas, a un kilómetro aproximadamente del municipio y a poco más de ocho kilómetros del hito que separa Extremadura de Portugal. Inaugurada en 2017, presume de ser la mayor playa certificada del mayor embalse de Europa Occidental con 320 metros de arenal y la única isla del embalse, a través de la que se accede por un cuidado puente de madera. Esta conexión es uno de los muchos elementos que adaptan el entorno a personas con movilidad reducida, y es que si de algo puede alardear la praia de Mourão es de ser aptas para todos los públicos: dispone de rampa de acceso al agua y silla anfibia a disposición de los bañistas.
Actividades acuáticas
En ese intento por agradar a todos, también ofrece una piscina flotante para los más pequeños. Su profundidad no supera los 40 centímetros y está bordeada por vallas que evitan que los niños caigan al otro lado del lago. Además, se encuentra a solo unos metros de la duna, desde donde los padres podrán observarlos mientras eligen si extender la toalla en arena o césped. Y es que esta playa fluvial dispone de un importante cintillo de césped en el que encontrar hasta 45 sombrillas de uso gratuito.
Junto a la piscina flotante se encuentra una plataforma con tobogán para los más aventureros. Pero si esta experiencia se le queda corto, pida información en el kiosco del Parque de Merendas: allí, además de disfrutar de algún snack tradicional de Portugal, le facilitarán el contacto de las empresas de aventuras que operan en la zona. La favorita de los lugareños son los paseos en canoas en los que poner a prueba la resistencia física de los turistas. Unos viajeros que se sorprenden nada más poner un pie en la isla de Mourão y su playa de bandera.
