Inicio / Turismo / La Raya y sus mejores atardeceres
Por Esmeralda Torres
28 August 2019
El verano (y las vacaciones) está lleno de placeres. Uno de ellos es poder contemplar sin prisas el atardecer. Éstos son los más atractivos que pueden contemplarse - y fotografiarse - desde la Raya.
1. El Conjunto Histórico-Artístico de Jerez de los Caballeros. El último bastión de la Orden del Temple aún custodia una esencia exclusiva latente entre sus calles estrechas y empinadas. Las torres barrocas y sus murallas templarios personalizan una panorámica encuadrada en la parte más occidental de Sierra Morena y que subraya especialmente su belleza durante las últimas horas del día.
2. El Castillo de Marvão. Sorprendió al mismísimo Saramago, que en su Viaje a Portugal exclamó “¡Qué grande es el mundo!”. El Castillo de Marvão domina (en las altura) el Alentejo más septentrional, poder que le permite regalar unas vistas excepcionales desde su blanco caserío que al despedir al sol adquiere tintes dorados. Un secreto: el mejor mirador es la atalaya de su fortaleza.
3. Puente Ayuda, en Olivenza. El Guadiana presume orgulloso de hablar español y portugués a pesar de que su pasado no diga lo mismo; o al menos las ruinas del puente que unió dos países hermanos que la propia historia separó. Contemplar el atardecer desde el lado oliventino del deteriorado Puente Ajuda supone un encuentro con el ayer y los encuentros y desencuentros entre España y Portugal.
4. A bordo del barco del Tajo. En el ‘cuerno’ de Extremadura se halla Cedillo, una población con algo más de 300 habitantes y un pequeño embarcadero del que zarpa el Barco del Tajo. Despedir el día a bordo permite contemplar una vegetación en la que reinan los madroños, brazos y lentiscos junto a especies en peligro de extinción, y bajo un filtro anaranjado.
5. El Castillo de Luna. La villa medieval con más autenticidad y encanto de la Raya se encuentra enclavada a 540 metros sobre el nivel del mar. El Castillo de Luna de Alburquerque no necesita más para regalar unas privilegiadas vistas del atardecer sobre Los Baldíos, las mismas que históricamente le han definido como el eterno vigilante de sol a sol.