Inicio / Turismo / Estampas rayanas para celebrar la primavera
Por Esmeralda Torres
19 March 2020
Algunas son conocidas, otras no tanto. En tiempos de confinamiento a causa de la crisis del coronavirus, vecinos y viajeros asiduos de la Raya confiesan sus estampas y postales favoritas de la Raya durante la primavera.
Paula Duque regenta un bar en Marvão. El Natural Bar, un pequeño establecimiento con grandiosas vistas al llano del Alentejo y la frontera española donde abundan los postres caseros elaborados con productos ecológicos. Lo tiene difícil a la hora de quedarse con un paisaje primaveral, y es que sus vistas laborales compiten con las que aprecia desde la ventana de su casa, en mitad de la ladera que sube hasta el blanco caserío que caracteriza a Marvão. “Yo diría que las flores blancas de los cerezos de São Julião”, confiesa dubitativa.
Por la explosión de color también se decanta Felipe Barata. Este vecino de Carbajo se queda con el florecer del campo como argumento para sostener que “la primavera es la estación más bonita en Extremadura”. “Resulta espectacular comprobar como nuestra naturaleza adquiere todo tipo de colorido, desde los lilas y violetas de principios de marzo a los amarillos de finales de mayo”, sostiene al mismo tiempo que invita a elegir la primavera para conocer la región extremeña. “¿Sabías que Extremadura posee el mayor número y variedad de orquídeas? Pues ahí lo dejo”. Una estampa que subraya Eduardo Maya, desde Alburquerque. “Es una época en la que podemos disfrutar de los colores del campo, los que pone la margarita, la flor de la jara, e incluso llegar a distinguir entre encinas hembras de los macho”, y va más allá. El alburquerqueño recuerda que durante estos meses empiezan los primeros vuelos de la fauna que anida en la Raya, como el águila imperial ibérica, las cigüeñas negras y el cernícalo primilla, “que aquí, en el pueblo, le llamamos zorramiquele”. Y es que el municipio de la fortaleza de Luna presume, además, de ser zona ZEPA Urban al contar con nidos en sus propios tejados: “tenemos entre 16 y 20 parejas que anidan en San Mateo, San Francisco y el castillo”.
El despertar social
“La variedad de color verde que existe en nuestros campos: verdes claros y verdes oscuros que se mezclan entre sí”, opina también Manuel Barroso, vecino de Oliva de la Frontera. “Eso, y la Pasión de mi pueblo”, añade. Y es que Manuel, presidente de la agrupación local de la Pasión Viviente, lamenta que a causa de la crisis del coronavirus este año tengan que ver trasladada su ilusión a la próxima primavera. Algo parecido a lo que puede ocurrir con las fiestas patronales de Santa María de los Remedios, en Fregenal de la Sierra, la estampa primaveral favorita de Marisi Reviriego. Esta frexnense cuenta que una semana después de Semana Santa se celebra el domingo de Milagros con una romería que se prolonga hasta el día siguiente, “y al domingo y lunes siguiente igual”.
Un despertar social que también aplaude Tamara Girke, vecina de La Fontañera. Esta empresaria administra una casa rural y un pequeño café en este caserío de Valencia de Alcántara, desde donde se enamora del florecer de los árboles y la pureza del aire, pero sobre todo de que “la gente también se despierte después del invierno y disfrute de la naturaleza con una camina o un recorrido en motocicleta”.
“Para mí, Salorino en primavera es un paraíso”, agrega Pilar Boyero. Natural del municipio cacereño, recuerda cómo el olor a jarra irrumpe nada más abrir la ventana invitando a pasear por el campo. La artista subraya otra excepcionalidad que emerge con la primavera, el placer de contemplar el firmamento. “Aquí las estrellas siempre brillan con más fuerza”.