Inicio / Turismo / Rutas para recorrer la Raya sobre dos ruedas
Por Esmeralda Torres
26 November 2020
Las bicicletas no son para el verano, a pesar de lo que pensase Fernando Fernán Gómez; al menos en la Raya extremeña-alentejana, donde las altas temperaturas imperan durante los meses estivales. Pero sí que se convierten en un buen plan durante el otoño, y es que cada la estación de las hojas secas, con sus temperaturas agradables y sus paisajes excepcionales, puede ser la mejor estación para cabalgar sobre dos ruedas. Y, por qué no, recorrer la frontera con el maillot puesto.
1. De Valencia de Alcántara a Marvão por la Transfrontera. La Transfrontera es una de las rutas más populares y accesibles de la Raya. Se trata de una actividad incluida en el circuito Camina Extremadura de la Federación Extremeña de Montaña y Escalada (Fexme) que fácilmente puede seguirse en bicicleta. Sus 25 kilómetros de recorridos están señalizados como la PR-CC 88 y discurren por los espectaculares paisajes de la campiña de Valencia de Alcántara, con altos en el dolmen El Mellizo, el paraje natural de La Data y los caseríos de Jola, El Pino y La Aceña de la Borrega.
2. Tras la pista del contrabando: de Eljas a Foios. Las escarpadas de la Sierra de Gata han sido históricamente aprovechadas para el tránsito de contrabandistas, quienes transportaban alimentos y productos de un país a otro en tiempos de pobreza. Los senderos que discurren de Eljas hasta Foios fueron parte de los recorridos donde el contrabando transitaba a diario, y hoy una de las rutas senderistas más aclamadas para cruzar la Raya. La Ruta du Contrabandu recorre 17 kilómetros y atraviesa parte de la Reserva Natural Serra da Malcata a través de un paisaje montañoso en el que se pueden distinguir grandes brezales, bosques de abetos, pinos y castaños y viejos cuarteles de la guardinha portuguesa.
3. Por Puente Ajuda, de Badajoz a Elvas. Existe una plataforma que, durante el medievo, unió dos países hermanos que la propia historia separó. Se conoce como Puente Ajuda y salva el Guadiana a su paso entre Elvas y Olivenza. Esta obra, en avanzado estado de ruina, fue testigo de los encuentros y desencuentros entre España y Portugal, y hoy es uno de los hitos de una ruta que comunica Badajoz y Elvas. Parte de la capital pacense por Malos Caminos en dirección Puente Ajuda, cruza la frontera y toma la margen derecha del río hasta el Forte de Santa Lucia de Elvas, para después regresar por una pista paralela a la autopista de Lisboa hasta el punto de partido. Son 60 kilómetros en los que la única dificultad es la extensión, y que bien merece la pena por la belleza del paisaje, especialmente durante los meses de otoño.
4. En honor a la Virgen de la Lapa, patrona de contrabandistas. Del paraje de Bacoco, dentro del término municipal de La Codosera, parte una ruta fácil, con algunas subidas no demasiado complicadas que quedan compensadas con las vistas desde lo alto, cuyas paradas más relevante son La Lamparona y su ermita de la Virgen de La Lapa. Se trata de una ruta circular que discurre por poco más de siete kilómetros, y que comienza ascendiendo por pistas forestales para llegar a La Lamparona, donde pueden apreciarse los pocos restos que se conservan de lo que en su día fue el faro de navegación aérea que guiaba a los primores aviones de la ruta a Lisboa. Cerca queda la ermita de la Virgen de La Lapa y el puente colgante que cruza el río Gevorete.
5. Hasta la frontera del Ardila desde Oliva de la Frontera. De la calle Caldas da Rainha, en Oliva de la Frontera, parte una ruta eminente llana que conduce por el camino de Encinasola hasta el río Ardila, frontera natural con Portugal, y que vuelve a la localidad pacense por el trazado del Santo. Se trata de una ruta circular de unos 15 kilómetros que discurre por el cuartel de carabineros de Cortegana, en ruinas, y el molino de dos piedras del Ardila, en perfecto estado de conservación a pesar de los años que lleva abandonado.
6. Por las vías del tren de Marvão. Una alternativa a las dos ruedas que se ofrece en Marvão son las cuatro ruedas. Se trata de unas rail bikes, unas bicicletas de cuatro ruedas que aprovechan las vías del tren abandonadas entre Beirã y Castelo de Vide para ofrecer una alternativa a la bicicleta tradicional. La empresa que gestiona el tramo ferroviario ofrece dos opciones: un recorrido de 16 kilómetros y otro de 32, y asegura que no requiere de una excelente condición física para completarlo.