Por Esmeralda Torres
12 December 2018
Portugal es el mejor destino del mundo. No lo dice esta cabecera, lo reconocen los World Travel Awards – los premios conocidos como los Óscares del Turismo -, que le han otorgado 17 estatuillas. De ahí, que los viajeros, en mitad de una amplia oferta, elija las playas de Portugal para planear sus vacaciones. Pero algo que a muchos se les escapa es que no es necesario irse hasta la costa para disfrutar del retiro, el campo y los planes náuticos. Y es que con Alqueva, el mayor embalse de la Europa Occidental que comparten España y Portugal, las propuestas fluviales se ofertan en la misma frontera.
José Manuel Troca es el propietario de Alqueva Entretenida, la empresa de turismo activo y actividades de ocio y tiempo libre que opera en el Gran Lago. “Comencé hace unos ocho años en Cheles pero ya trabajo también con la orilla portuguesa”, cuenta el hombre mientras marcha con paso firme y decidido al límite terrestre de la playa fluvial del municipio, donde se divisa una pequeña lancha motora. La arranca e invita a subir sin pensar en la brisa ni la amenaza de lluvia. “Si damos la vuelta en coche tenemos 70 kilómetros, en línea recta uno y medio”, asegura mientras que pone rumbo a Montejuntos, una playa virgen de la orilla portuguesa.
Esta paraíso luso, aún poco explotado, pertenece al término municipal de Alandroal. “Para llegar hasta aquí tienes que venir por Alandroal y pasar Juromenha”, explica el empresario. Pero apenas existen indicaciones. “El motivo es fácil: se podría decir que aún es una playa ilegal”. Según señala Troca, la Cámara Municipal de Alandroal se encuentra en trámites burocráticos para declarar esta orilla como playa oficial de Alqueva, y quieren inaugurarla de manera oficial cuando ya dispongan de bandera azul, al igual que se gestionó la de Monsaraz, situada a unos 40 kilómetros de distancia. Es por ello que no dispone de puesto de socorrista y tan solo cuente con un salvavidas para lanzar al agua en casa de emergencia. Una carencia que nada tiene que ver con la calidad del agua. “Esta orilla pasa los controles de sanidad y consigue la mayor calidad de todas las aguas de Alqueva”.
Montejuntos es el destino preferido de quienes lo conocen. Dispone de sombrillas y chuveirosexclusivos, y es que las duchas que se ven en esta playa fluvial, armadas con una teja sobre una viga de madera, “no las vas a encontrar en otro lado porque son un invento mío”. También de zona de chiringuito, donde se oferta la mejor cocina tradicional portuguesa, elaborada por cocineros nativos con productos típicos del Alentejo, que se convierte en una de las principales demandas del lugar. “Este verano he llegado a tener aquí a 70 personas. Se nos ha quedado pequeño y para el próximo lo vamos a ampliar”.
Aventuras en kayak
En este punto de la conversación, Troca hace un inciso. “Aquí la gente no solo viene en verano”. Y es que una de los objetivos de Alqueva Entretenida es hacer de este embalse, el mayor de Europa Occidental y el único que comparten dos países, un destino durante todas las estaciones. “Es verdad que bañarte solo te puedes bañar en verano, pero las puestas del sol tan espectaculares que se pueden ver desde aquí se disfrutan el año entero”.
Para convencer a los turistas de visitarlo desde que la primavera trae la ausencia de lluvias y hasta que el frío incomoda la presencia, el gerente propone una amplia oferta para todos los públicos. Cuenta con rutas senderistas relacionadas con el contrabando de café – tan presente en la historia de la frontera -, paseos en lancha por el pantano y rutas en kayak, para los más tranquilos. Para los más aventureros, las opciones se multiplican: “este verano volveremos a tener el descenso femenino en kayak, el duatlón que cambia la carrera por el senderismo, y el primer ‘trikayak’, que será como un triatlón pero aunando nadar, correr y remar en kayak”.
Para los más pequeños, la oferta se traslada a la orilla de Cheles. Allí, abierto todo el año, se encuentra un parque de aventuras en el que se puede practicar actividades como escalada y tirolina. Y siempre – siempre -, apostando por la innovación y un guiño transfronterizo. “Quiero que todas las actividades que organicemos en Alqueva sean transfronterizas: si el embalse es de los países, la oferta tendrá que llegar a los dos también”.
