El Contempopránea, la casa noble del indie

“Todos están dentro de la misma música pero no todos hacen la misma música”. Claro y conciso. Sin más preámbulo. Así es como concreta Eduardo Mayo, técnico de la Oficina de Turismo de Alburquerque, el Festival Contempopranea. La cita con el género indie, la misma que congrega a los grupos internacionales más independientes, y la que él mismo define como “el festival de los festivales”.

Faltan horas para dar la bienvenida a los millares de turistas que se concentrarán en esta vieja villa medieval. Algunos llegarán desde Madrid o Barcelona; otros desde Sevilla y Valencia, por ejemplo. Y un largo etcétera lo hará desde todos los rincones de Extremadura, incluso de Portugal. “Este año ha sido inmenso”, confiesa asegurando que en enero ya recibían solicitudes de alojamiento de los seguidores más feligreses. Y es que, la Oficina de Turismo durante estos días se convierten en el más aclamado anfitrión. “Alburquerque es una plaza pequeña, solamente con el personal técnico del festival se llenan los hoteles. Los grupos se quedan en Cáceres o en Badajoz.” – cuenta anunciando una de las curiosidades más llamativas de la cita- “En un principio había muchos problemas con el tema del alojamiento y la gente empezó a alquilar sus casas, que desalojan durante ese fin de semana. Esto, a lo largo de las 23 ediciones, ha ido sirviendo para ir cubriendo la demanda”.

El técnico habla de entre cincuenta y sesenta viviendas que desde hace semanas cuelgan el cartel de ocupado. Es la demanda de un público que comenzó a venir al Contempopranea en sus inicios y que año tras año vuelve. Ahora “más mayor” y “con los críos”, como destaca, “y ya no quiere camping”. De ahí, que busquen una cama donde dormir y que preferiblemente sea en esta localidad rayana. “Y a nosotros nos interesa que la gente se quede aquí, porque cuando la gente pernocta en Alburquerque es cuando realmente deja dinero en el pueblo”.

Además, quedarse a dormir en el municipio pacense y hacer vida entre sus calles tienen premio. Algo parecido a un bonus track. “El Ayuntamiento colabora y les deja la piscina gratis a quienes están acampados” apunta Maya soltando la bomba del festival: “y las bandas hacen pequeños conciertos allí”.

Homenaje a Lori Meyers

La 23 edición de Contempopranea, que se desarrollará del 19 al 21 de julio entre algunos rincones del pueblo y el Paseo de las Laderas, que rodea la montaña coronada por el majestuoso Castillo de Luna, es especial por sí sola. Todos los años se hace un homenaje a un grupo, para el que el resto de bandas versiona algún título de su discografía, pero el de este año se lleva la palma. Nada más y nada menos que a Lori Meyers, que compartirá cartel más de una veintena de bandas. “Es el segundo grupo más importante de la escena indie del panorama español”, recuerda el hombre, que no desaprovecha la oportunidad para subrayar la presencia de los mexicanos Izal. “Seguramente sea una de las ediciones a la que más personas vengan desde que se inauguró el festival”.

Para cumplir el objetivo, la venta de entradas ronda ya los 4.000 billetes, aforo máximo permitido por la organización. Una cifra a la que habitualmente se acerca la noche del sábado, “pero este año se espera que se llene el viernes también”. Y para ello contribuirán los nombres de La Habitación Roja, Los Punsetes, L Kan, Dorian, La Bien Querida o Fônal. Casi nada.

A esta larga lista de invitados se suman varios deejays y una de las peculiaridades que más magia aporta al Contempopranea: el pequeño formato. “El cartel de Badajoz era más grande porque el espacio donde se celebraba era mucho mayor. Sin embargo, la gente prefiere este pequeño formato porque ve a su grupo en un sitio idílico, en un castillo y en un paseo medieval, y pequeñito”, señala el hombre. “Esto es lo que hace que sea uno de los festivales de música independiente más atractivos del panorama español”.

Pero ahí no queda. Contempopranea es el festival que más dinero deja en Alburquerque “sin ninguna duda”, asevera el de Turismo. Se trata de un perfil de alto poder adquisitivo, que suele alojarse en la zona durante todo el festival y consumir jamón, queso y una larga lista de productos con denominación de origen que, además, compra el resto del año. “Ellos llaman y lo piden”.

Como un juego de niños

Al ver las dimensiones (técnicas y personales) de Contempopranea a día de hoy, surge la duda de cómo germinó. Y la sorpresa al descubrir que todo comenzó como un juego de niños, de un eterno enamorado de la música. “Cuando éramos pequeños, todos íbamos al campo de fútbol a jugar menos él. Lo veíamos como una persona rara porque se pasaba el día con unos auriculares escuchando música”, revela anecdótico el técnico. Habla de Agustín Fuentes, el director artístico del festival. “Venían de Ítaca a vendernos discos y al primero que le traían era a él, tiene que tener una discografía tremenda. Y es que le gusta”.

Agustín es la cabeza humana de Contempopranea. Es quien decide qué bandas vienen y cuándo actúan. Comenzó programando la música que más le gustaba y comprobó que cada vez tenía más éxito. “Y siguió creciendo, y creciendo…”, relata Maya, hasta convertirse en una cita ineludible para los amantes de la música independiente. Y en la casa noble del indie internacional.