Por Esmeralda Torres
04 November 2019
Hace 800 millones de años no existían ferreterías ni grandes superficies que dispensaran herramientas cortantes para, por ejemplo, cocinar. Pero sí se apreciaba la figura del herrero, el ser dedicado a confeccionar hachas a partir de un molde. Y para testarlo, se conserva un molde datado en el Neolítico que permitía medir las dimensiones para crear una copia lo más parecida posible. Una joya histórica que custodia la asociación Amigos del Patrimonio Histórico y Cultural de San Vicente de Alcántara en su Museo de Historia y Cultura Sanvicenteña, la galería que se convierte en un escaparate para descubrir el pasado del pueblo.
“El pueblo tiene muchas cosas que los propios del lugar no saben, no conocen”, lamenta Miguel Ángel Pacheco, presidente de la asociación Amigos del Patrimonio Histórico y Cultural de San Vicente de Alcántara. Él fue quien lideró el movimiento que solicitaba una galería para exponer todo lo que, durante diez años, la entidad había aglutinado, y el primero en saber que el consistorio le concedía un espacio frente al Museo de Identidad del Corcho, el más visitado de la localidad pacense. El fin, sin lugar a dudas, sería didáctico. “El objetivo era contar nuestra historia para que, en primer lugar, los sanvicenteños se puedan conocer así mismos”. Así lo entiende y defiende este apasionado del patrimonio, que también defiende este museo como una carta de presentación a los viajeros que llegan hasta el municipio. “Precisamente ese fue el germen a partir del que se creó esta asociación, la de recuperar todo lo que se había perdido del patrimonio histórico”, puntualiza reconociendo que llevan un retraso de cincuenta años. “Muchas cosas se han tirado”.
El Museo de la Historia y la Cultura Sanvicenteña se enclava en una antigua casa de arquitectura tradicional que permitirá en un futuro inmediato una ampliación. “Está previsto para esta legislatura”, recuerda Pacheco. Y es que a esta asociación, formada por amantes de la historia, se le ha quedado pequeño el espacio que se inauguró el pasado mes de marzo. “Tenemos muchas cosas en cartera, como por ejemplo, recuperar semillas autóctonas”, un proyecto ya iniciado con el ambiente dedicado a las plantas tradicionales y los remedios naturales. “Hemos encontrado plantas que ya se utilizaban hace miles de años cuando no había medicina moderna, para sanar”, añade el presidente.
De la Prehistoria a la Edad Contemporánea
Estas galerías recorren la historia del entorno de San Vicente de Alcántara a través de piezas que son auténticas reliquias. Dedica un interesante espacio a la Edad del Hierro, un período que aglutinó una importante población ante la supuesta explotación mineral. “Ten en cuenta que toda esta zona, especialmente la que va desde San Vicente a Portugal, es rica en agua de superficie, un elemento clave a la hora de asentar población”. También, a los tiempos de dominio romano. “No se sabe con exactitud si hubo pequeños núcleos de población o una mayor concentración porque tenemos muchísimos restos pero no están investigados”.
La independencia de la villa de Valencia de Alcántara se muestra a través de un documento, aunque es de los pocos que se exhiben en el Museo de Historia y Cultura Sanvicenteña. “Los cronistas o los investigadores, muchas veces, se ciñen básicamente a los documentos, pero las piezas son mucho más que lo que son los propios documentos”, afirma. De ahí que la exposición de objetos cobre especial importancia, especialmente en los hitos históricos de los últimos tiempos, como la celebración del Corpus Christi. La fiesta de Interés Turístico Regional cobra especial protagonismo con una completa selección de fotografías y virutas coloreadas.
Darle forma a este espacio ha sido posible gracias a la colaboración de los propios vecinos. “Es muy frecuente que un albañil o un agricultor se encuentre algo”, asegura el presidente. “Y muchos vecinos nos ofrecen lo que tienen en su casa guardado”. El hombre también agradece la ayuda del Ayuntamiento de San Vicente de Alcántara, sin la que no hubiese sido posible hacer realidad este proyecto. “El primer objetivo era tratar de recuperar objetos que cuenten nuestra historia”, y ese ya se ha conseguido.
