Por Esmeralda Torres
04 October 2019
No todos los pueblos blancos están en Andalucía, aunque a veces lo parezca. Se cuentan con los dedos de una mano aquellos que blanquean las tierras extremeñas, cuna de conquistadores, hacedores de las Américas y embajadores de nuevos mundos. Y lo hacen especialmente (muy) al sur, donde los territorios marcan límites dotando el lugar de fortificaciones. Es el caso de Zafra, una villa cuya historia comienza en tiempos romanos por su cercanía al asentamiento de Segeda, que continúa cuando los árabes la bautizaron como Çafra y que consigue su máximo esplendor en la época medieval y por capricho de los Duques de Feria.
10:00 Desayuno con diamantes
El día en Zafra comienza en La Dehesa, una tapería que sirve los desayunos ibéricos más interesantes del pueblo. A pesar de que peque de contaminarse por costumbres andaluces, algunas las respeta a rajatabla; véase la gastronomía. Y la dehesa es el joyero de cualquier localidad extremeña. Sea valiente y pida un plato de migas con chorizo extremeño, y si en el último momento se arrepiente no deje de saborear una tostada de cachuela que le hará relamerse gustosamente los dedos.
10:30 La majestuosidad de los Duques de Feria
Cerca cae el edificio que protagoniza todos los imanes que se venden en los souvenirs de Zafra, el Alcazar o Palacio de los Duques de Feria. Se trata de un imponente castillo del siglo XV con amplias y elegantes estancias que comenzó a construirse en 1437 como residencia ducal. El valor del palacio se expresa a través de su solemne fachada y su majestuoso patio renacentista recubierto en mármol. Hoy en día, convertido en Parador de Turismo, es el alojamiento más solicitado del municipio con hermosos artesonados, arcones, herrajes, pasamanos y elementos decorativos pertenecientes a las antiguas estancias reales. Las habitaciones son espaciosas y señoriales, y cuenta con piscina y un cuidado jardín para disfrutar del clima extremeño.
12:00 La clausura de las hermanas clarisas
La siguiente parada tiene lugar en el Museo Santa Clara, una galería pública que muestra un espacio monumental de los siglos XV al XVIII y uno de los de mayor popularidad cobra en Zafra. Se trata del Monasterio de Santa María del Valle, más conocido como el Convento de Santa Clara, cuyo claustro recorren las hermanas franciscanas clarisas en absoluto silencio. La visita permite acceder a la iglesia y sacristía, la enfermería nueva y una serie de espacio de tránsito que permiten dar a conocer la vida de clausura. Como bonus track, la galería también permite emprender un paseo por la historia de Zafra a través del patrimonio histórico artístico del templo religioso y su relación con la Casa Real de Feria.
13:30 Un encanto comercial
Zafra ha sido popularmente conocida como ‘Sevilla la chica’. De ahí que su arteria principal no podría llamarse de otra manera que calle Sevilla, y que ésta no podía parecerse a otra más que a la más famosa de la ciudad hispalense, la calle Sierpes. Y como tal, es la calle comercial por excelencia del municipio, testigo centenario del ir y venir de los segedanos de nacimiento y devoción que desde época inmemorial han acudido hasta Zafra para hacer sus compras o resolver sus asuntos. Ha ello ha contribuido su localización, en una encrucijada entre Badajoz, Mérida, Huelva, Sevilla y Córdoba. A pesar de que los tiempos han cambiado, en la calle Sevilla aún se entremezclan comercios de las nuevas firmas comerciales con otros establecimientos históricos de sabor añejo.
14:30 A comer de la mano del prestigioso José Luis Entradas del Barco
La localidad segedana tiene muchos embajadores pero si algún nombre está sonando en los últimos tiempos, es el del chef José Luis Entradas del Barco, un joven cocinero con buena proyección al que no debería perderlo de vista. Por ello que sería impensable elegir otro lugar que no fuese La Rebotica en Zafra, un restaurante erigido a modo de casa antigua en una callejuela del casco antiguo. Sus platos se caracterizan por aunar una base tradicional con aportaciones innovadoras que, en la mayoría de los casos, redondean el resultado final. Láncese y pida el menú degustación, con coco pases y un postre: ensalada templada con chipirones y gambón, canelones de perdiz y boletus, cochinillo… No se arrepentirá.
16:00 La Grande y la Chica
El viajero ya ha tenido un primer contacto con la vida comercial de Zafra, pero si algo la caracteriza es la historia de sus plazas Grande y Chica. La Plaza Grande, situada en el mismo centro de la población, es amplia y conserva todo el aroma de su pasado en sus arcos de ladrillo sobre columnas de escasa altura que forman una secuencia completa de soportales con cubierta de madera. Sobre ésta se sitúan edificaciones de hasta el siglo XV, en medio una fuente tradicional y alrededor un conjunto de palmeras. Conectándose con ella mediante el popular ‘Arquillo del pan’ se halla su hermana menor, la Plaza Chica, también porticada aunque en menores proporciones, y escenario de uno de los más antiguos mercados de la población. Prueba de ello es que aún perdura grabada en una de sus columnas el patrón de la vara utilizada para la actividad comercial que allí tenía lugar. Tanto la una como la otra están repletas de veladores y terrazas que invitan a tomar la sobremesa.
17:00 Por la Puerta de Jerez
La muralla que rodea el municipio dejaba entrever varias puertas de acceso. Una de las más bellas, y mejor conservadas, es la Puerta de Jerez, que aboca a una callejuela que embelesará hasta el viajero más reacio: la Callejuela del Clavel. Fotografié el conjunto desde todos los ángulos que pueda. Posiblemente éste sea el rincón más hermoso de Zafra.
18:00 La farmacia más bonita de España
Aunque sea por unas tiritas preventivas. No dude en entrar en la Farmacia Buzo, que recientemente se ha alzado con el título de la botica más bonita de España tras ganar un concurso del Punto Sigre. El establecimiento, que llama la atención de los clientes por su fachada de azulejos, tiene incluso un jardín vertical en su interior.
19:00 Internacional y ganadera
La situación geográfica de Zafra, unida a la abundancia de sus recursos agrícolas y ganaderos, fueron determinantes para que los Duques de Feria apostaran por ella como lugar de residencia. Pero no solo lo valoraron ellos, y es que este pueblo posee la feria ganadera con más relevancia y más historia desde que por real concesión de Juan II de Castilla se comenzara a celebrar allá por el 1453. Siempre gira alrededor de la festividad de San Miguel y en sus expositores congrega a las más selectas ganaderías de España y Portugal. Con el paso de los años, la cita también ha adquirido un carácter lúdico y cultural convirtiéndose en una de las fechas más esperadas por los extremeños.
