Inicio / Escapadas / Óbidos, el regalo de bodas de Don Dinis a la reina Isabel
Por Esmeralda Torres
13 December 2019
Óbidos ya debía de ser espectacular allá por el siglo XIII, cuando Isabel de Aragón y Sicilia quedó prendida de su belleza. La villa, con su muralla alineada de origen musulmán y su laberinto de calles empedradas y casas encaladas adornadas con flores de todos los colores, se convirtió en el regalo de bodas de su esposo, Don Dinis. Y desde entonces parece que el tiempo no ha pasado por este municipio, situado a unos 90 kilómetros de Lisboa.
08:00 Caminando hacia el origen
Una de las riquezas de Óbidos es su paisaje agreste de Várzeas do Pau y da Cegonha en línea con su esencia medieval. De ahí que el día en esta localidad portuguesa comience con una zigzagueante ruta a través de sus caminos rurales. La oferta es amplia y variada, pero una de las más atractivas es la que se extiende por los márgenes del río Arnóia y comunica la villa con la ciudad romana de Eburobrittium. Este sendero se conoce como la Ruta do Ninho da Cegonha, es de carácter circular y se extiende por unos 4,5 kilómetros que discurren entre cultivos de cereales y frutales. Algunos de los imperdibles de esta ruta es la Mãe de Água Quente, una fuente de agua sulfurosa con propiedades medicinales, y las ruinas de una antigua ciudad romana que llenó el territorio de vida desde el siglo I hasta el siglo V.
11:00 La entrada a la villa
Un exterior aparentemente sencillo engaña al viajero que llega hasta la Porta da Vila, la entrada principal a Óbidos. Y es que en su interior custodia una preciosa capilla que se eleva por encima de la calle principal. Esta fachada está formada por dos pequeñas puertas, un diseño que evitaba que la caballería atravesara las puertas a la carga mientras que la escalonada impedía el ataque frontal con arietes. Tras acceder a la escalonada se llega hasta la Capela da Nossa Senhora da Piedade, patrona del municipio, donde no faltan azulejos esmaltados de color azul y blanco que datan del siglo XVIII y representan la pasón de Cristo. En el techo se representa a través de pinturas la corona de espinas del Señor. De camino hasta esta entrada se dejará ver el Aqueduto de Óbidos, también referido como Acueducto de Usseira. Mandado a construir por Catalina de Austria en 1570 a partir de mampostería de piedra, conecta Usseira, donde se encuentra la fuente de agua, con la villa a lo largo de unos tres kilómetros.
13:00 Cocina creativa con vistas al pueblo
Antes de adentrarse en el corazón de Óbidos, el viajero necesitará reponer fuerzas. La propuesta elegida es Alcaide (Rua Direita, 60). Esta propuesta con vistas al pueblo prepara recetas creativas a partir de productos autóctonos y platos tradicionales. No dude en saborear su requinte de bacalhau das rainhas, una sugerencia de bacalao desalado con queso, castañas y manzanas. En esa misma calle, antes de llegar al restaurante, podrá descubrir la Capela de São Martinho, una capilla gótica del siglo XIV.
15:00 Un pasado defensivo
Para hacer la digestión se recomienda dar un paseo por las murallas, una fortificación de origen musulman que ofrece magníficas vistas de la ciudad y la región de Leiria. Desde ahí podrá contemplar el Castelo de Óbidos, creación de Don Dinis allá por el siglo XIII. Se trata de un edificio austero, con numerosas torres, almenas y grandes puertas, que se transformado en palacio en el siglo XVI y rehabilitado como posada de lujo en la actualidad. Recuerde la historia de amor entre Don Dinis y la reina Isabel: según cuentan las crónicas de la época, la consorte se enamoró del lugar nada más verlo y el rey decidió convertir la villa en un regalo de bodas para su amada, creando así una tradición real que se mantuvo vigente hasta el siglo XIX.
18:00 El pincel de Josefa de Óbidos
Si alguna embajadora ha tenido el municipio es, sin duda, Josefa de Óbidos. Nacida en España e instalada en esta villa desde los cuatro años, la pintora siguió los pasos de su padre, el artista Baltazar Gomes Figueira, desarrollando una prolífica carrera con más de 150 obras de arte. Su trabajo más famoso, el ‘Matrimonio místico de Santa Catalina’ preside el lateral derecho del altar de la Igreja de Santa Maria, un templo renacentista erigido sobre los cimientos de un edificio visigodo posteriormente convertido en mezquita. Esta construcción acaparó titulares por acoger la boda regia entre Alfonso V y su prima Isabel, cuando solo contaban con diez y ocho años respectivamente. Muy cerca queda el Museu Municipal, una casa solariega del siglo XVIII en la que se alberga una pequeña colección de cuadros donde no falta la firma de Josefa de Óbidos con su ‘Faustino das Neves’.
20:00 Capital del chocolate
Durante la primavera, Óbidos se convierte en la capital del chocolate con su Festival Internacional do Chocolate. Durante dos semanas, la ciudad acoge un concurso internacional de recetas de chocolate, un desfile de moda, la entrega de premios del Chocolatero Portugués del Año y una exposición de esculturas del chocolate, entre otras actividades que atraen a más de 200.000 personas cada edición. Aunque la visita a Óbidos no coincida con esta cita gastronómica, el viajero podrá saciar su apetito más ratero con un sinfín de tiendas dedicadas al dulce estrella. No se puede ir sin saborear una taza de chocolate llena de ginja, el licor de cereza que hasta la década de los sesenta se dio a los niños para curar resfriados o dolencias menores.
22:00 El mayor hotel literario del mundo
Llegados a este punto, el viajero ya se habrá dado cuenta de que la literatura abunda en este municipio que parece sacado de un cuento. Es por ello que la mejor opción para descansar sea The Literary Man (Rua Don João d’Ornelas), un antiguo convento del siglo XIX convertido en hotel literario de cuatro estrellas y guardián de la mayor colección de libros conocida dentro de un establecimiento hotelero.