Inicio / Escapadas / Guadalupe, el místico pueblo que brilla por Navidad
Por Esmeralda Torres
27 December 2019
Guadalupe se hizo un poco más popular - si cabe - hace dos años, cuando ganó un concurso de una conocida marca de bombones y se hizo con una espectacular iluminación navideña. Ya tuvo su momento de gloria hace cinco siglos, cuando hasta la localidad conocida como La Puebla llegó el mismísimo Cristobal Colón siguiendo a los Reyes Católicos en su intento de buscar financiación para su gran viaje. Y cuando volvió, en 1493, para agradecer a la Virgen de Guadalupe su éxito. Hace un par de semanas se conocía que, para rematar su fama, la joya de Las Villuercas se convertiría en el escenario de la retransmisión de las campanadas de Año Nuevo, brillando y haciendo brillar (aún más si cabe) su patrimonio por Navidad.
10:00 El sacrificio de Cervantes
La carretera que llega hasta Guadalupe se caracteriza por un serpenteo entre el paisaje verde, boscoso y accidentado que caracteriza al Geoparque Villuercas-Ibores-Jara. Tras dejar atrás el embalse de Valdecañas que alimenta el río Tajo, a unos cuatro kilómetros del núcleo urbano, se encuentra una parada obligatoria: la ermita del Humilladero. Este templo religioso, que fue erigido a finales del siglo XV con un estilo gótico-mudéjar y con el fin de que los peregrinos pudieran orar al ver el santuario a lo lejos, fue declarado Monumento Nacional en 1931 y Bien de Interés Cultural. Se localiza en cerro de Altamiras, desde donde se puede divisar una apabullante panorámica del pueblo y justo en el lugar en el que se arrodilló Cervantes para ofrecer sus cadenas de cautiverio en Argel como ofrenda a la Virgen de Guadalupe.
11:00 La casa de ‘La Morenita’
‘La Morenita’ es el apodo con el que muchos devotos llaman a la Virgen de Guadalupe, la imagen religiosa que preside el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. Esta imponente construcción, declarada Patrimonio de la Humanidad porta UNESCO, se erigió justo donde, según la leyenda, se le apareció la Virgen al pastor Gil Cordero. Según ésta, el hombre se encontraba haciéndole una cruz en el pecho a una de sus vacas muertas cuando se le presentó y le ordenó excavar allí mismo hasta encontrar su imagen, escondida desde la época de la invasión mora. En un primer momento se erigió una pequeña ermita y con el tiempo, al convertirse en punto de peregrinación, el imponente monasterio en cuya fachada se impone torres almenadas dándole un aspecto de fortificación. En el interior alberga varios museos, como el de Bordados, el de Libros Minados o el de Bellas Artes; en éste último se custodia tres Grecos y un Goya y un Cristo muerto a tamaño natural, de Egas Cueman. Y once Zurbaranes aparentemente sencillos y hermosamente sobrios cuyo pincel intenta ilustrar la humildad y el desprecio del mundo. El lugar favorito de los lugareños, su claustro; no se lo pierda.
14:00 Caldereta de cordero recental, manjar de la tierra
Desde el interior del recinto del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe se puede acceder a la Hospedería Real, una estancia construida como residencia para los Reyes Católicos que fue derribada y reconstruida en 1856 por iniciativa municipal. Conserva el claustro gótico original, y una cocina de reyes con manjares de la tierra, como la caldera de cordero recental. Un consejo es cambiar de escenario a la hora del café: el patio del parador, de estilo mudéjar y repleto de limoneros y naranjos.
16:00 Entre el Barrio de Arriba y el de Abajo
La Puebla está repleta de lugares históricos. Y prueba de ello es que justo a los pies del santuario se encuentra una fuente en la que, cuentan que, fueron bautizados los primeros indígenas traídos de América. De ahí que visitar Guadalupe sea una experiencia especial: entre el Barrio de Arriba y el de Bajo se abre amablemente sus callejuelas empedradas, sus balcones de hierro y madera y sus edificios entramados y encajados entre sí. Algunos puntos de la villa muestran todavía esa atractiva pátina que da el tiempo; véase la Plaza Mayor, la de los Tres Chorros, la de Alamillo o la de la Pasión. Deambule entre ellos sin mapas y sin prisa.
19:00 A por un próspero Año Nuevo
Elija el Mesón Extremeño (Plaza de Santa María) y tome asiento para ver el espectáculo de luz que decora el casco de la Puebla. Contemple los edificios, datados en los siglos XIV, XV y XVI mientras saborea una deliciosa tapa de morcilla y comprende por qué le llaman ‘El rey de la morcilla’. Pida también un queso de las Ibores para rozar el cielo mientras contempla el espectáculo de luz y sonido con el que Guadalupe, y el resto de españoles, darán la bienvenida al Año Nuevo.