Inicio / Escapadas / Vila Nova de Milfontes, un coqueto pueblo costero de casas encaladas y gastronomía marinera
Por Esmeralda Torres
06 November 2020
Para algunos, Vila Nova de Milfontes es la joya costera del Alentejo. Para otros, también. Playas impolutas acariciadas por el Atlántico, a los pies de un blanco caserío que evoca al mar y una gastronomía marinera de bandera: este municipio ofrece todos los atractivos que cualquier viajero busca en la costa portuguesa de una sola estacada. Caracterizado por una de las postales más bellas del Parque Natural do Sudeste Alentejano e Costa Vicentina, el estuario que forma el río Mira al desembocar en el Atlántico lo divide en dos, creando playas apacibles en armonía con un casco urbano encalado, repleto de calles empedradas, que bien merece una visita más allá de la temporada de baño.
10:00 Senderismo costero
El día en Vila Nova de Milfontes comienza conociendo su geografía costera. Punto de encuentro de surferos y buscadores de sol, sus playas le posicionan como uno de los rincones más tranquilo y modestos en los que veranear en Portugal. También, como punto de partida y destino de dos etapas de la Trilho dos Pecadores, una de las vertientes de la senderista Rota Vicentina: la que parte de Porto Covo para llegar a Milfontes (20 km) y la que continúa hasta Almograve (15,5 km). En un solo día es complicado conocer estos senderos. Pero sí es posible llegar hasta la Praia do Farol para contemplar la inmensidad del Atlántico y la furia de las corrientes fluviales que caracterizan el estuario. Si quiere continuar con el paseo y fotografiar cómo chocan las olas contra algún acantilado, llegue hasta la Praia do Carreiro da Fazenda.
12:00 Una denuncia medioambiental
A través de una pasarela de madera se accede hasta el faro, una pequeña construcción que puede pasar desapercibida pero desde donde se contemplan unas formidables vistas de la localidad y la desembocadura del río Mira en el océano. Junto a éste se localiza la estatua do Arcanjo, una inquietante obra del escultor Aureliano de Aguiar. Elaborada en hierro reciclado sobre una base de rocas, se erige un caballero alado que slevanta con sus brazos un globo terráqueo derritiéndose como denuncia del daño que la humanidad está infligiendo al planeta.
14:00 Dirección: Tasca do Celso
Uno de los paseos más agradables de Vila Nova de Milfontes es el que discurre por la Praia da Franquia, un arenal fluvial que aprovecha los últimos coletazos del Mira. Es la más accesible y donde se ubica el pequeño puerto pesquero que, según la crónica popular, sirvió de refugio al cartaginense Aníbal. Es la puerta de entrada a un casco urbano caracterizado por casas blancas con franjas azules y calles empedradas. Oriéntese bien para llegar hasta la cocina de Tasca do Celso, considerado el mejor tanto por lugareños como por foráneos. En este restaurante blanquiazul, encantador y de estilo rústico elegante, cualquier plato es bueno; especialmente los de carne. Y el servicio, aún mejor.
16:00 Una defensa marinera
La ubicación estratégica de Vila Nova de Milfontes en la desembocadura del río Mira ha sido su principal fortaleza a lo largo de los siglos. Y al mismo tiempo, una fuente de peligros a lo largo de la historia. Fenicios, griegos, cartagineses y romanos pasaron por aquí de manera pacífica. Al igual que lo hicieron otros años después de formas menos amistosas, como los corsarios, que arrasaron la villa en 1590. En vista de esa fragilidad a la hora de recibir ataques enemigos, el rey Felipe III de España y II de Portugal ordenó la construcción del Forte de São Clemente. Se trata de una construcción desde la que se controlaba la llegada al puerto, popularmente conocida como el castillo de Vila Nova de Milfontes. Sus poderosos y toscos muros, visibles desde las playas, presentan una bucólica imagen gracias a la hiedra que trepa por ellos. Frente a la entrada de esta fortaleza, hoy de propiedad privada, se levanta el monumento que recuerda una de las mayores gestas de la historia de la aviación. El de 1924, cuando los aviadores portugueses Brito Paes y SArmento Beires lograron volar desde el Campo dos Coitos – muy cerca de Vila Nova de Milfontes – hasta la entonces colonia portuguesa de Macao, en la costa sur de China. Lo hicieron a bordo del aeroplano nombrado como Patria.
17:30 Un templo religioso blanco y azul
La iglesia también estuvo en el punto de mira de los ataques piratas. La Igreja da Nossa Senhora da Graça, el templo religioso más importante de Vila Nova de Milfontes, es otra parada indispensable de este itinerario. Se trata de un coqueto templo religioso datado en el siglo XVI. Con fachada en blanco y azul, ha sido sometido a numerosas restauraciones a causa de los daños sufridos por el famoso terremoto de Lisboa y los ataques corsarios llegados por el Atlántico. Cada 15 de agosto se convierte en el punto de partida de la vistosa procesión fluvial de São Sebastião y Nossa Senhora da Graça.