Por Esmeralda Torres
05 December 2018
La historia ha transmitido que San Pedro fue un hombre de abstenciones, hasta el punto que muchos lo identifican como la personificación de la penitencia. “Pero si él nos ve lo entenderá perfectamente, que los tiempos han cambiado y que donde él hacía sus sacrificios ahora la gente disfruta entre manjares”, apunta José Picado, propietario del restaurante que se erige en el convento de San Pedro de los Majarretes, donde el santo tomó los hábitos y donde se cocinan la mejor gastronomía rayana y de España.
El Restaurante-Hotel Rural El Convento echó a andar a principios de los ochenta. Cuando Picado y su mujer y socia, Quini Silva, vuelven la vista 38 años atrás la emoción se apodera de sus ojos, y es que poco o nada tenía que ver aquel asador con la marca que han construido y que hoy se adentra en los rankings con mejor cocina del país. “Él estaba en Madrid y aquello no le gustaba mucho, así que se vino y montó un barecito en el convento que había heredado”, cuenta la mujer. Por entonces, el local solo ocupaba la recepción y el espacio donde hoy se sitúa la barra, “y el claustro estaba destapado, a modo de merendero”. Y así, “asamos muchos cientos de kilos de sardinas y chuletas”, replica el dueño, en cuya mirada se refleja el esfuerzo y la constancia de cuatro décadas. “Teníamos una clientela muy sana y muy buena, y poquito a poquito nos fuimos metiendo en tema de carta hasta el punto en el que estamos”.
Si algo caracteriza sus fogones es la comida tradicional rayana. Ni de un lado ni de otro, el mestizaje de la mesa portuguesa y española. “Tanto Quini como yo somos de origen portugués y tenemos familia en Portugal, por lo que sentimos que nuestra oferta encaja en la cocina tradicional pero al mismo tiempo plasma el acento lusitano”, señala. Y toma aire para hacer especial hincapié en la mesa del Alentejo, “porque ahora mismo tenemos clientes de Oporto pero tienen gustos diferentes”. Y continúa: “Lo alentejano y nosotros somos primos hermanos especialmente en el tema gastronómico: nuestra cultura y nuestra forma de vivir y ser son muy similares”.
Menú de caza y vino de la tierra
El ambiente del Restaurante-Hotel Rural El Convento invita a tomar asiento y dejar caer la servilleta en el regazo. La decoración traslada al siglo XVI y el aroma recuerda la estación de los tonos ocres y marrones. “Hacerte una recomendación concreta es muy difícil por la gran variedad que tenemos, aunque en la temporada en la que estamos me inclinaría por un menú de caza y setas”, declara el propietario. Habla de una propuesta formada por cinco primeros, protagonizados por arroces de liebre, setas y pato azulón, entre otros, y cinco segundos, junto a una amplia carta de postres en la que sobresale el pudding de castañas y el helado de nueces propio.
Lo acompaña un buen vino, según el gusto. “Intentamos siempre tener los vinos extremeños, que bien podemos estar orgullosos de ellos y de cómo se elaboran en la tierra”, afirma. “Pero también los que son una apuesta segura para el cliente, como un Ribera del Duero o un Rioja”. Y entre los entrantes y por cortesía de la casa, una degustación de la empanadilla de paloma torcaz y “las famosas croquetas”, añade Picado. Bañado de humildad, hace alusión al reconocimiento del diario El Mundo, que en uno de sus artículos incluye El Convento entre los 14 mejores restaurantes de España por sus croquetas de perdiz. “Ha sido un orgullo para nosotros recibir esa noticia”.
Pero si algo recomienda el propietario de este establecimiento, es la comunión que se forma alrededor de una mesa. “Vivimos en situaciones de mucho estrés y con ritmos de vida muy agotadores, por lo que vale la pena compartir manjares: alrededor de una buena mesa siempre hay un buen ambiente”. Y como el de El Convento, ninguno.
