Inicio / Turismo / El mejor cielo (rayano) para ver las estrellas
Por Esmeralda Torres
13 May 2019
El mes de agosto sería menos verano y menos bonito - al menos para los amantes del cielo - sin las citas astronómicas que trae. Lluvias de meteoritos, eclipses lunares e incluso el tránsito de planetas se agenda a lo largo del año pero la estación estival se lleva la palma. La culpa es del cielo despejado, un requisito indispensable para la observación astronómica del que Olivenza puede presumir (casi) todo el año.
Extremadura es una de las regiones con menor contaminación lumínica y con mejor calidad en la atmósfera. Su cielo es uno de los más oscuros de la Europa continental, y un patrimonio intangible de un valor incalculable. De ahí que posea varios destinos startlight: espacios que, según la UNESCO, la Organización Mundial del Turismo (UNWTO) y la Unión Astronómica Internacional (IAU), son espacios con excelentes cualidades para la contemplación de los cielos estrellados y que, al estar protegidos de la contaminación luminosa, son especialmente aptos para desarrollar en ellos actividades turísticas basadas en ese recurso natural. Es un nuevo turismo sostenible que apunta con fuerza, especialmente en el Gran Lago de Alqueva.
“Alqueva y todo lo que son las poblaciones que están alrededor del lago tienen una serie de características que propician el turismo astronómico”, declara José Manuel López, técnico de Turismo del Ayuntamiento de Olivenza. Alude a los cincos municipios transfronterizos que baña el mayor embalse de la Europa Occidental: Olivenza, Cheles, Alconchel, Táliga y Villanueva del Fresno. De ahí que la Fundación Startlight no dudara en acreditarlo como el primer Destino Turístico Startlight transfronterizo sin restarle mérito al Alentejo portugués, y la Junta de Extremadura celebrase el reconocimiento con la instalación de un mirador celeste en la zona próxima al puerto deportivo de Villareal.
“Es algo muy curioso. Cada día es diferente, va cambiando en función de cómo se mueven las propias estrellas a lo largo del tiempo, ofreciendo la oportunidad de contemplar dos cielos diferentes durante dos días seguidos”. De una forma didáctica y a través de la orientación de las constelaciones, el instrumento aporta una explicación al visitante sobre lo que puede ver en ese preciso instante. “Se activa de forma automática al caer el sol y se apaga cuando vuelve a salir”.