Alburquerque, de vuelta a la Edad Media

Los bares y restaurantes de Alburquerque han cambiado sus precios: un refresco, un maravedí y medio; un bocata de tortilla de patatas, tres maravedís. Es la más fiel muestra de que la villa está de vuelta a la Edad Media con motivo de suXXVI Festival Medieval la cita que cada verano pone en valor su patrimonio.

Allá por 1994 (lamentablemente) pocos conocían la riqueza patrimonial que posee Alburquerque. “Piensa que para venir aquí tienes que venir expresamente: por aquí no pasa ninguna carretera importante”, recuerda Ángela Robles, directora del Festival Medieval Villa de Alburquerque. Algo tenía que cambiar, y para ello la participación ciudadana de aquellos entonces decidió tomar cartas en el asunto. “Había vecinos que conocían dos representaciones medievales que se hacían en Marvão y propusieron que, con el patrimonio que teníamos nosotros, hiciéramos algo parecido”. Así se fraguó una fiesta, declarada de Interés Turístico Regional, que cumple 26 veranos. Una cita que comenzó con la cooperación de Portugal - “los portugueses vinieron a ayudar: nos dejaron algunas vestimentas e incluso recrearon luchas en la primera edición” - y que poco (o nada) tiene que ver con su primera entrega, cuando no era más que un producto que pretendía dar a conocer la localidad. “El primer año fue como de prueba pero el segundo vivió como una explosión”.

Una de las premisas del Festival Medieval de Alburquerque es la implicación vecinal. Desde el primer instante fijaron como máxima que toda la organización y programación debía salir de los mismos alburquerqueños. “En vez de contratar empresas que vinieran y nos lo hicieran pensamos que sería mejor idea que fuesen los propios vecinos quienes pusieran en valor nuestro patrimonio y lo dieran a conocer”. De ahí que hasta mil personas participen de forma directa en la muestra, ya sea luchando montando un caballo hasta metido en la piel de un actor pasando por los que suben al interior del castillo para ofrecer un concierto. “Y después de forma indirecta prácticamente toda la población, que sale a la calle ataviada con vestimenta medieval y decora todas las calles de Alburquerque”.

‘Memento morí’

Entre las principales novedades de este año destaca la ampliación de fechas de celebración del Festival Medieval. La organización ha preferido empezar un día antes para aprovechar el festivo y proponer un puente lúdico-cultural a unos viajeros que llegan desde un lado y otro de la Raya. Y es que la presencia de portugueses se multiplica entre el público. “Anteriormente teníamos la historia de doña Inés de Castro y Pedro de Portugal, algo que provocó que nos conocieran muchísimo en el país vecino”, anota Robles. “Por eso y por la cercanía que nos une”.

La directora resalta que en cada edición se elige una temática alrededor de la cual girará el festival, y que “ahora mismo es la entrega de las llaves del ducado a Beltrán de la Cueva” junto a la muerte como eje central. “Piensa que en la Edad Media la muerte estaba a la orden del día, que se hacen muchas danzas en la época”, dicta. “Era una forma en la que los ciudadanos e Iglesia se enfrentaban a una realidad, sobre todo en la época de la peste”, continúa. “Aquello que queremos transmitir es que se aprenda a vivir, que da igual la economía o la clase social que tengas, si eres pequeño o mayor, que una de las cosas que tenemos clara en la vida es que vamos a morir”.