En el mes de febrero se celebra una de las fiestas más antiguas y con más arraigo a lo largo y ancho de la geografía extremeña: La fiesta de las Candelas. En estas localidades el 2 de febrero o en fechas próximas, sale en procesión la Virgen de las Candelas conmemorando que a los 40 días del nacimiento de Jesús, debe ser presentado en el templo según la ley de Moisés. Además la Virgen María, para purificarse, hace una ofrenda de dos tórtolas o pichones.
Que esta fiesta sea tan significativa en muchos pueblos tiene que ver también con nuestro pasado eminentemente agrícola y ganadero, ya que este es el mes donde lo más crudo del invierno está pasando, las heladas son cada vez menos frecuentes y las actividades agrarias pueden volver a realizarse con normalidad.
Aunque en cada zona tiene características propias, existen elementos que se dan en la mayoría poblaciones: las velas y la ofrenda de algún tipo de alimento a la virgen.
En nuestra comarca existen dos poblaciones donde esta fiesta tiene un gran arraigo, Herrera de Alcántara y Herreruela, y en las dos coinciden un elemento muy especial, la ofrenda de un dulce de grandes dimensiones y de complicada elaboración llamado Rosca.
La Rosca en Herrera
En Herrera de Alcántara la festividad se realiza el domingo más cercano al 2 de febrero y se conoce como Día de la Rosca, en honor a las dos roscas de cinco kilos y unos 45 centímetros de diámetro, que para la ocasión fabrican los mayordomos con harina, azúcar, hierbabuena, aguardiente, anís y naranja. Una de estas roscas se ofrece a la virgen que posteriormente es subastada terminada la misa en la plaza del pueblo. La subasta termina cuando el reloj de la plaza da las 14, el dinero recaudado será entregado a la Iglesia.
La otra rosca se entrega al párroco que a su vez la regalará al Ayuntamiento para que, posteriormente, se comparta con todo el pueblo. En la fiesta también se realizan cantos y bailes regionales. Durante la procesión la virgen lleva una vela que debe permanecer encendida para que el clima sea favorable durante el año para el campo.
La Rosca en Herreruela
En Herreruela la fiesta se divide en dos partes: En primer lugar unos días anteriores al 2 de febrero, la persona que tiene la mayordomía realiza, ayudada por vecinas y amigas, un dulce muy vistoso llamado rosca de piñonate y la ofrece a la Virgen del Rosario en el día de las Candelas, donde también están presentes los elementos de las palomas y las velas.
Los ingredientes de esta rosca son: Huevos, harina, aceite, azúcar, anís en grano, aguardiente, canela y miel.
En primer lugar se realiza una masa para posteriormente hacer con ella “bolos” que después se bañarán con miel. Por otro lado se realizan “unos claveles” (masa en forma de dicha flor que también se baña en miel), siendo este proceso el más complicado y laborioso para la realización del dulce. Por último se monta todo y se adorna.
Posteriormente la tarde del domingo de carnaval La Rosca se rifa entre las personas que se han ido apuntando los días anteriores, este sorteo solía hacerse en la casa de la mayordoma aunque actualmente, debido a la expectación que despierta en los vecinos, se suele realizar en dependencias municipales para permitir el acceso a un mayor número de personas.
Uno de los elementos más destacados de la fiesta es la tradicional forma de hacer la rifa, donde las distintas autoridades locales y personas invitadas por la mayordoma, van leyendo papeles con el nombre las personas apuntadas hasta que aparece el nombre de ‘rosca’, tocándole a la última persona que se le ha nombrado.
La distancia existente entre estas dos localidades, 55 kilómetros, no les ha impedido compartir muchos elementos comunes que van desde la similitud de sus nombres hasta sus principales festividades (La Rosca y San Juan), esto es un indicador del constante contacto e intercambio que desde hace siglos vienen teniendo los habitantes de nuestra comarca y que debemos seguir manteniendo.
