Inicio / Turismo / Cuatro conciertos para enamorarse del Alentejo
Por Esmeralda Torres
14 May 2019
El encanto que desprenden ciudades como Oporto o Lisboa, o la tranquilidad que se respira en el Algarve y las Azores, es de sobra conocidos por los millones de turistas que viajan a Portugal. Pero si alguna región guarda los mejores secretos del país es el Alentejo, una zona tan bella como desconocida. Este territorio permite descubrir la verdadera esencia del país, localidades enclavadas en llanuras inmensas anegadas en un rico patrimonio. De la Humanidad y rural. Una riqueza que, por quinto año consecutivo, revaloriza el festival Guitarras ao Alto.
Uno más y ya van cinco. Es la quinta primavera que Vasco Durão enseña a querer el Alentejo a través de la música y el vino. En una infinidad de viajes entre Lisboa y Estremoz se cuestionó por qué el potencial cultural que guardaba el territorio fronterizo no se explotaba, y decidió tomar cartas en el asunto. Quería hacerlo con música, “valorar la guitarra como instrumento y llevar a guitarristas contemporáneos portugueses para jugar a dúo en diferentes espacios”. Pero quería huir de teatros y salas y apostar por escenarios pocos convencionales. Es la filosofía de Guitarras ao alto: al gusto del vino y la gastronomía tradicional, aunar música, paisaje y patrimonio.
“Intentamos en cada edición tener un concepto musical diferente. La quinta edición será más jazz, pero con Bruno y Mário no se sabe bien a dónde podrá ir”, matizó Durão durante la presentación del cartel en Lisboa. Allí se desveló los nombres propios de esta entrega, que tendrá lugar del 24 de mayo al 1 de junio: Bruno Pernadas y Mário Delgado. Un binomio que sonará de manera inédita y exclusiva ante la fusión de ambos estilos: “Bruno toca música muy diferente” - sostiene Delgado - “y esto es una dificultad buena: podemos abarcar muchos estilos”.
Bruno Pernadas, de 36 años, es profesor y compositor, y ha forjado su carrera tanto en solitario como en bandas como Julie & The Carjackers, Minta & The Brook Trout, Real Combo Lisbonense e Montanhas Azuis. Su estilo atraviesa el rock, el ‘space-age pop, funk, la música africana y el psicadelismo, y explora el lenguaje del jazz más clásico. Mientras, Mário Delgado, de 56 años, también es profesor de Música y ha desarrollado su carrera junto a formaciones creadas en el Hot Clube de Portugal y otros músicos portugueses como Carlos Martins, Maria João, Nanã Sousa Dias, Carlos Bica, José Mário Branco, Anamar, Jorge Palma, Mário Laginha e Janita Salomé.
El mejor acompañamiento
Como el Alentejo es tierra de tradiciones, el festival Guitarras ao Alto también las mantiene. A la de unir dos generaciones de músicos por su amor a la guitarra, se suman la puesta en valor del patrimonio. Fuera de los grandes núcleos urbanos, la música de calidad inundará iglesias, antiguas casas señoriales e incluso viejas vías ferroviarias. Por segundo año consecutivo, los acordes llegarán a la Posada A Flor da Rosa de Crato. Situado en un antiguo monasterio datado en el 1356, este lujos alojamiento cargado de historia y magia se convertirá en escenario del festival el 24 de mayo. Justo un día después, las guitarras llegarán hasta el claustro del Convento das Maltezas de Estremoz. Un entorno donde se erigen las instalaciones del Centro de Ciencia Viva, sobre las ruinas del que fuese el lugar de retiro de los Caballeros de Rodas en Portugal, declaradas Monumento Nacional desde 1924.
La siguiente semana será el turno de Avis y su Casa de las Artes. Este espacio se estrenará en el cartel de Guitarras ao Alto el 31 de mayo como una casa señorial en el centro histórico de la villa alentejana con una larga historia. Al día siguiente, el 1 de junio, el festival sonará en uno de sus escenarios más tradicionales, la antigua estación de tren de Beirã, hoy convertida en el guesthouse TrainSpot.
Tampoco faltará a la cita la buena gastronomía ni el buen vino que personaliza el Alentejo. “Quise hacer del vino alentejano la bebida de elección del acontecimiento”, explica el organizador al mismo tiempo que agradece el patrocinio de Nunes Barata de Cabeção/Mora, el caldo que acompañará cada concierto y cada paseo por el tradicional Alentejo hecho acordes.