Este otoño llega rezagado, resistiéndose a empapar el terreno para dar paso al espectáculo de las setas en el campo y del ocre en las riberas de nuestro río. A poner punto final a la berrea cediendo la dehesa a los cochinos ibéricos para el disfrute de la montanera. Este maldito cambio climático no nos garantiza la puntualidad climatológica a la que están acostumbradas nuestras tradiciones: nuestra hoguera, la imagen de los abuelos asándonos castañas, el plato con las granadas, los dulces típicos, el campo con los amigos,… En definitiva, El Magusto.
Algunos ven en Hallowen una amenaza alóctona frente a la autóctona fiesta de Todos los Santos. En sus diversas denominaciones dependiendo del pueblo, lo afrontan como una lucha heroica con tintes estoicos en defensa de las castañas contra “la anglosajonada” de las calabazas. Sin embargo, otros acogemos con interés, y con ganas de disfrutar, las nuevas influencias, percibiendo como enriquecedor y compatible la realidad de dos fiestas que comparten un mismo origen celta. Este puente otoñal de Todos los Santos ofrece posibilidades para que los más pequeños se disfracen en el cole y los no tan pequeños acudan a fiestas temáticas con disfraces terroríficos, pero también para salir al campo y pasarlo bien con las tradiciones que cada pueblo tiene arraigadas con motivo de El Magusto.
Si las tradiciones han llegado hasta nuestros días es porque su fortaleza está a prueba de cualquier Hallowen.
El pasado año, algunos, pudimos disfrutar de un puente especialmente largo. Recuerdo que el jueves pude pasar el día en el campo con los amigos, el viernes salí a por setas por un sitio que no desvelaré ni sometido a tortura, y al final de la tarde mi abuelo me asó las castañas con su particular protocolo cargado de paciencia y precisión. Y el sábado, para terminar, tocó escapada a Carbajo para conocer el Festival de Música Celta y Folk 'El Magusto'.
Por si alguien se pierde - imagino que pocos - Carbajo es ese pueblo de 208 habitantes enclavado en el rincón del mapa. Ese rincón que a nadie coge de paso pero muchos lo encontramos de refugio. Espectáculo natural a caballo entre el paisaje de la dehesa y la ribera del Tajo. El más pequeño de la comarca Sierra San Pedro, es ese municipio en el que se hace el mejor queso, el mejor aceite, miel y ¡hasta se crían caracoles!
Hay mucho escrito sobre el festival El Magusto y no vengo a aportar más que mi experiencia personal. Mi sensación al llegar a Carbajo, hace ahora un año, y ver el ambiente. La implicación de la gente y el planteamiento de la fiesta me llevó a muchas reflexiones que partían de una cuestión principal: ¿por qué he tardado 15 ediciones en venir?
Nada más llegar me encontré con un viejo gaitero, con todo su atuendo, y alrededor niños del pueblo jugando con la melodía de la gaita de fondo. Puestos de food truck haciendo crepes, mercadillo de artesanos, las mujeres del pueblo preparando un cocido para todos, una carpa con barra en la que participaban todos los jóvenes del pueblo, un escenario en el que se escuchaban las pruebas de los grupos que vendrían después bajo la atenta mirada de un grupo de veteranos vecinos y, en la recién estrenada residencia de mayores, un grupo de folclore tocando para que mayores y trabajadoras bailaran juntos y disfrutaran del momento.
En algún momento me vino a la cabeza “¿cómo se le puede sacar tanto 'partido' a este viejo campo de fútbol?”.
El Magusto tiene su origen y “cabeza pensante” en la asociación cultural que lleva su nombre, un grupo de amigos que hace 16 años importó la idea tras un viaje a tierras gallegas. Nace del esfuerzo, trabajo e ilusión de estos jóvenes que, tras aquel viaje se preguntaron el “¿y por qué no hacerlo en Carbajo?”. Tras el reto autoimpuesto, el trabajo duro y comprometido con el proyecto y los primeros y modestos festivales, fueron ganando adeptos por el camino y convenciendo. Como dice Laura Corchado en Ruralízate, “trabaja, alcanza tus primeros resultados y luego busca los apoyos que te ayuden a crecer, serás más fuerte”, y de ahí vino la implicación cada vez mayor de todo el vecindario y el apoyo institucional necesario para la consolidación del mismo.
Y allí, en el corazón del Tajo Internacional, con la dedicación y esmero que se hacen las cosas en los pueblos, en aquel viejo campo de fútbol lo que vi fue el engranaje de un evento cultural funcionando a la perfección. El fruto de lo rural cuando todos arrimamos el hombro, mujeres y hombres, jóvenes y mayores perfectamente coordinados y ofreciendo lo mejor de un pueblo unido. El Magusto es la evidencia de que la despoblación es una amenaza a la que hay gente que le hace frente con uñas y dientes, o mejor dicho, con inteligencia, ingenio y convicción, y que no priva al más pequeño de la comarca de organizar el mejor festival de música, un evento de renombre internacional. Todo ello es el resultado de algo que tiene la esencia de lo casero, de lo “hecho a mano” por todos, con los matices y los aromas que aportan las diferentes generaciones que arriman el hombro y con la inteligencia, la constancia y el saber hacer de los que llevan la batuta esta cita cultural.
Dice Agustina Grande, alcaldesa de Carbajo, en la entrevista ofrecida a Rayanos Magazine, que “la satisfacción de El Magusto es que se nos va conociendo por todos los sitios”. No lo dudo, y añado que esa satisfacción es compartida con todos los que amamos esta comarca, porque el Festival de Musica Celta y Folk 'El Magusto' es una oportunidad para reivindicar lo rural y sacar pecho de esta comarca, para que hagamos más comarca y que el fruto de un trabajo bien hecho, que ha alcanzado la repercusión actual, cuente no sólo con los vecinos locales, el apoyo institucional y los visitantes nacionales e internacionales, sino también con el vuelco de la gente de una comarca que, con tan poca y dispersa población y la distancia a los servicios que se ofrecen en las capitales de provincia, está muy necesitada de ir de la mano. El Magusto y otras muchas buenas iniciativas de nuestros pueblos son oportunidades para disfrutar juntos de los nuestro y para arrimar el hombro. No la dejemos pasar este sábado 2 de noviembre.
Nos vemos en Carbajo.
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